Durante la fiesta se han realizado diversas acutaciones

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Tras tres años celebrando la Feria de Abril, Es Castell está empezando a mostrar su lado más flamenco. Y es que el festival, que alcanza ya sus diez años de historia en Menorca, se está convirtiendo en una de las citas más esperadas de la primavera.

En la jornada inaugural, la del viernes, en la que los organizadores, la Casa de Andalucía de Menorca, quisieron empezar manifestando su apoyo a la candidatura de la Menorca Talayótica para ser declarada como Patrimonio de la Humanidad, la fiesta se prolongó hasta entrada la madrugada.

Ello no impidió que el jolgorio se retomara ayer a mediodía en la carpa instalada en la Plaza Explanada, que este año ha doblado su extensión. De ello se encargó la Banda de Música de Maó, que se decantó por un repertorio en el que se mezclaron los pasodobles con la canción típica menorquina.

Como era de esperar, la fiesta continuó por sevillanas justo cuando llegó la hora del tapeo, en el que no faltó el típico pescaito frito y los rebujitos. Los espectáculos de música y danza se sucedieron de nuevo hasta la madrugada, pero antes la feria contó con un color especial gracias al desfile de carruaje menorquines decorados al estilo andaluz.

La presidenta de la Casa de Andalucía en Menorca, Josefa Morillas, señalaba a primera hora de la tarde que la feria un año más estaba siendo «todo un éxito». Y es que hacia la hora del aperitivo se calcula que ya habían pasado por la plaza de Es Castell cerca de 2.500 personas.

Morillas señala que, además, la fiesta de este año «es especial» porque coincide con el 25 aniversario de la fundación de la Casa de Andalucía, una efeméride que en 2015 quieren celebrar por todo lo alto. Es por ello que además de la feria, que se clausura este domingo a las 17 horas, tienen la vista puesta ya en la próxima cita importante, el estreno el 9 de mayo de la obra «Bodas de sangre» en el Teatre del Orfeó, un montaje de la compañía Federico García Lorca, la agrupación artística de la entidad.