Dirección. Fernando Rodríguez, director general de Quesería Menorquina

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Quesería Menorquina afronta este año una nueva etapa. El acuerdo alcanzado en el contrato de compraventa de la planta de Maó entre el grupo Nueva Rumasa y Kraft para seguir elaborando hasta finales de 2009 productos de la multinacional ha finalizado. Y aunque Quesería Menorquina continuará hasta 2013 facturando productos de Kraft, la empresa comienza ahora a trabajar de forma independiente, sin el abrigo logístico, tecnológico y administrativo de la multinacional.

El grupo Nueva Rumasa tomó posesión formal de la fábrica de Maó de El Caserío el pasado 1 de julio, meses después de que la multinacional Kraft hubiera sentenciado la factoría menorquina al cierre, lo que representaba la pérdida de 164 puestos de trabajo directos y un golpe demoledor al sector ganadero menorquín y a un histórico referente industrial de la Isla. La incansable lucha de los trabajadores por sus puestos de trabajo y una larga y discreta negociación entre Kraft y el grupo de la familia Ruiz-Mateos terminó finalmente con la compraventa de la fábrica, la renuncia de la multinacional a desprenderse de la emblemática marca de El Caserío y la creación de Quesería Menorquina. Su director general, Fernando Rodríguez (Madrid, 1959) explica al "Menorca" cuál es la estrategia empresarial que guía actualmente la factoría en la que el grupo Nueva Rumasa pretende dar prioridad a la innovación con un gran esfuerzo inversor, a la adquisición de la marca El Caserío y a los proyectos ya en ciernes.

¿Cómo recuerda su aterrizaje en la Isla?
Cuando se adquiere una empresa nueva el trabajo se convierte en un reto. Sabíamos que no tendríamos detrás la marca de El Caserío, pero es ilusionante poner en marcha una nueva empresa.

¿Se conocerá algún día el precio de la compraventa de la fábrica de Maó?
(Sonríe) Sí. Esas cosas al finar terminan por saberse, pero tenemos un pacto con Kraft de confidencialidad y por nuestra parte no se conocerá, aunque al final todo se hace público.
Comienza un nuevo año, pero termina uno de los acuerdos alcanzados en su día con Kraft para elaborar sus productos hasta finales de 2009.

¿Qué pasará a partir de ahora?
Es cierto que parte de los productos que con la marca El Caserío estábamos elaborando para Kraft hemos dejado de fabricarlos a partir de principio de año. Durante los seis meses transcurridos desde la adquisición de la fábrica hemos centrado todos nuestros esfuerzos en tres direcciones para amortiguar el impacto de este hecho.

En primer lugar, potenciar las marcas que adquirimos: Tranchettes, Sante y Quesilete. Todo ello con una fuerte inversión en publicidad, y marketing. Y desarrollando una política ambiciosa a través del nuevo departamento de I+D y marketing para sacar al mercado referencias novedosas. Además, estamos confeccionando un plan de inversiones que complementen las acciones anteriores para ser más competitivos en costes y nuevos desarrollos.

En segundo lugar, estamos ofertando en todos los concursos de marca blanca que está sacando la gran distribución para adquirir el volumen que perdemos por la salida de parte de la producción de El Caserío. Hemos obtenido importantes contratos y a buen seguro vamos a seguir ganando cuota de mercado en este segmento del negocio.

En tercer lugar, Nueva Rumasa, como ya expuso desde el primer momento, sigue empeñada en la adquisición de la marca El Caserío. Su obtención es prioritaria para la consolidación de la fábrica. El Grupo está dispuesto a realizar un importante esfuerzo económico que ya se ha trasladado a Kraft con una oferta en firme. El hecho relevante, que puede ser decisivo para la adquisición de El Caserío, es el apoyo que el Govern balear puede darnos para materializar la compra. Y he dicho apoyo, no dinero. Si el poder público está a nuestro lado, si quieren ver crecer aún más el empleo en Menorca y ver relanzados todos los sectores económicos relacionados con esta industria (ganadería, transporte, etc.) en definitiva, si quieren ser partícipes del relanzamiento de una empresa tan importante para las Islas como es Quesería Menorquina, yo les aseguro que tendremos éxito. Este es un proyecto prioritario para el Grupo y Nueva Rumasa con todo su potencial esta detrás.

El grupo Nueva Rumasa también acordó con Kraft un contrato de co-manufactura de parte de su producción durante tres años a partir de 2010.

¿En qué consiste este acuerdo?
Nosotros mantenemos durante tres años la fabricación de 2.700 toneladas de productos de El Caserío. Este acuerdo se esta cumpliendo con total normalidad. Nueva Rumasa se comprometió a mantener la totalidad de los trabajadores hasta el 1 de julio de 2011. A nadie escapa la situación de crisis que vive la economía.

¿Este compromiso se mantendrá a pesar de todo?
Este compromiso se va a cumplir, no tenga la menor duda. Cuando a nivel nacional, y por supuesto en el ámbito insular, el paro es el principal problema, Nueva Rumasa no sólo ha mantenido los puestos de trabajo sino que en seis meses la fábrica de Menorca ha pasado de 164 a 182 trabajadores, lo que supone un crecimiento del 11 por ciento. Y yo le aseguro que este porcentaje se incrementará si finalmente adquirimos El Caserío.

Tenemos entendido que Quesería Menorquina tiene prácticamente listo un ambicioso programa de inversiones en publicidad, instalaciones y la elaboración de una gama de productos. ¿Podría explicarnos este programa?
Durante el año 2010 tenemos un presupuesto de marketing y publicidad de aproximadamente 4 millones de euros. En los próximos tres años tenemos previsto invertir más de cinco millones de euros en nuevas líneas y mejoras de las actuales y de aquí hasta finales de 2010 habremos desarrollado un total de casi 30 referencias nuevas.
El año pasado Quesería Menorquina informó de que a partir de 2010 tomaría como referencia el precio del mercado internacional del Cheddar a la hora de fijar los precios que paga por la cuajada a los payeses. De hecho, en 2009 ya los rebajó un 10 por ciento para acercarse a esa referencia. El sector en la Isla no ve con buenos ojos esta decisión porque supondrá una rebaja en el precio final que hará peligrar la subsistencia de las explotaciones.

¿Han llegado a algún tipo de acuerdo?
Como ya se anunció con la compra de la fábrica, Nueva Rumasa adquiere un compromiso firme y sin fisuras con la comunidad donde se instala. Tenemos que conjugar la competitividad para poder crecer y crear riqueza en Menorca con la sostenibilidad del entorno más allá de los vaivenes del mercado. Venimos para quedarnos y queremos acuerdos a largo plazo.

El año pasado hicimos un enorme esfuerzo económico para que la crisis no se cebara con el campo menorquín y ahí están los sobrecostes que asumimos y la bajada muy amortiguada del precio de la cuajada de los dos últimos meses del año. Todo esto ha sido entendido y valorado por nuestros proveedores. Pero no nos hemos quedado ahí. Vamos a dar una respuesta a los problemas de nuestros suministradores para que estén tranquilos y puedan planificar su futuro.

Nueva Rumasa va a referenciar el precio de la cuajada como ya anunciamos, pero hemos decidido no pagar menos de 2 euros el kilo en ningún caso. Los términos de la propuesta definitiva los daremos a conocer en los próximos días.

¿Después de los problemas a los que se están enfrentando, la decisión de comprar la planta de Maó ha sido buena para el grupo Nueva Rumasa?
Este grupo está acostumbrado a solucionar problemas. Los problemas nunca han sido un freno para Nueva Rumasa. No nos arrepentimos en absoluto de la compra ya que como veis ponemos los medios para que sea una buena adquisición.

El grupo Nueva Rumasa factura 600 millones de euros, agrupa a 107 empresas y más de 10.000 empleados.

¿La emisión de pagarés está siendo una buena fórmula empresarial?
La emisión de pagarés está siendo un éxito rotundo. Ha sido una fórmula novedosa y totalmente legal para obtener recursos que el Grupo utiliza para seguir creciendo.