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La oposición, expresamente manifestada, a la adquisición del 19 por ciento de las acciones de COMOSA, y no el incumplimiento reiterado de los acuerdos adoptados por el Patronato y la dejación de responsabilidades, motivó su cese como presidenta de la Fundació Rubió Tudurí Andrómaco. Así lo ha mantenido Mercè Rubió desde que fue apartada del cargo el pasado 22 de septiembre y será ahora la Justicia la que dirima la contienda.

La sede judicial de Fort de l'Eau acogerá el próximo lunes una vista en la que Rubió se verá las caras con los actuales patronos, excepción hecha de Esperança Pons. La vista debía haberse celebrado el pasado mes de diciembre, si bien debió aplazarse por problemas relativos a uno de los letrados, según confirmaron fuentes cercanas a la ex presidenta.

En su demanda, Rubió expresa su rechazo a la moción de censura de la que fue objeto en base a razones de índole jurídica -relativas a la introducción de esta figura en los estatutos de una fundación privada o a su aplicación a un cargo no electo- pero también a los motivos esgrimidos para promover el cese.

En este sentido, la representación letrada de Rubió se refiere a "la extrema vaguedad del motivo de la moción", afirmando que "causa indefensión a la señora Rubió" y desmonta las acusaciones formuladas por el Patronato en orden a que la ex presidenta actuó contra sus propios actos al oponerse a la adquisición de las acciones de COMOSA.

Según la demanda, Rubió "jamás" dio su voto a la desinversión de la fundación e hizo constar su voto negativo a la propuesta en dos reuniones del patronato celebradas el 7 y el 25 de marzo de 2009, aunque posteriormente se viera "compelida a dar el visto bueno al acta de una reunión en que consta un voto afirmativo que ella decía no haber prestado".
La representación letrada relata el, a su juicio, conjunto de irregularidades y vulneraciones legales relativas a la compra de COMOSA e insiste en la oposición manifestada por Rubió, a la vez que rechaza incumplimientos respecto de los usos de Mongofre, motivos por los que reclama la restitución del cargo y una indemnización por los daños morales causados.

Rubió grabó una reunión

La inquebrantable cohesión de los patronos demandados, el pensar que quizás era ella quien no recordaba ciertos detalles que luego aparecían en los borradores de las actas y la intuición de que la animosidad de las mismas no era fortuita, llevó a Mercè Rubió a registrar una de las reuniones del Patronato, la celebrada el 14 de mayo de 2009, sin conocimiento del resto de los patronos. Rubió optó por esta solución por entender que sería el "único medio" que tendría para acreditar que el acta levantada por el secretario y aprobada por mayoría, no iba a reproducir lo que en realidad sucedió en la reunión, sino extremos diferentes, tanto en lo relativo a la compra de COMOSA como en lo referido al uso y gestión de Mongofre.

El futuro que pueda deparar el procedimiento judicial al registro auditivo de la reunión está por determinar, habida cuenta del desconocimiento del Patronato de esta práctica.