Entrevista. Marc Pons asumió el cargo el pasado 18 de septiembre

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F. Saborit Es Mercadal
Marc Pons, presidente del Consell de Menorca desde el pasado 18 de septiembre, está a punto de cumplir sus primeros cien días al frente de la institución. Tres meses en los que ha tenido que lidiar con las comparaciones, inevitables, con su antecesora, Joana Barceló; con noticias económicas, un día sí y otro también, desagradables, la última, el cierre de Kraft en Maó; y hasta con un amago de crisis con sus socios de gobierno, PSM-Els Verds, por supuestas injerencias presidenciales en sus áreas de gestión, un fuego en los despachos que fue rápidamente sofocado por los partidos que suscriben el pacto.

¿Ha tenido tiempo de imprimir un nuevo estilo de gobierno?
Eso no me toca decirlo a mí, sino a la gente que me rodea. Lo que puedo decir es que han sido tres meses intensos, de cambios, de adaptación y de toma de decisiones de un importante calado político.

¿Cuáles destacaría?
El encargo del Plan de Carreteras, en base a las líneas maestras marcadas por los técnicos, la apertura el próximo enero del centro sociosanitario de Santa Rita y el acuerdo de todos los partidos políticos para pactar un calendario de transferencias al Consell. Además hemos tenido que adaptarnos a la situación económica y tratar de incidir en ella, con un paquete de medidas, en el marco de nuestras competencias, que es fruto del trabajo con los agentes sociales.

Hoy el pleno del Consell debate los nuevos Presupuestos, ¿ha sido difícil adaptar las cuentas de 2009?
Han sido unos Presupuestos diseñados desde la realidad económica, con cerca de 25 millones de euros destinados a inversión productiva, a 'mover' la economía, y un refuerzo a la atención social, ya que en época de crisis hay más personas con dificultades.

Buena parte de esa inversión en obra pública debe ir a las carreteras, pero el debate sobre esa materia se eterniza. ¿Será el año de la variante de Ferreries?
Sí, comenzarán las obras en 2009 y deberán finalizar en 2011, hay que tener en cuenta que es un proyecto complejo. Los terrenos ya son de titularidad pública.

Durante el primer trimestre del año se llevará a cabo un paquete importante de obras en carreteras, de 11 millones de euros, pero hemos pensado también en obra pequeña, en edificación, para diversificar esas inversiones, que se realizarán en equipamientos que necesitan los ciudadanos y aumentando la aportación al Plan Insular de Cooperación.

¿Se dará mayor celeridad a esa inversión pública para que sea efectiva contra la crisis?
El Consell tiene adjudicado el cien por cien de lo presupuestado en 2008 en inversiones, y tiene proyectos y documentación preparada para la adjudicación de obras en cuanto se apruebe el nuevo Presupuesto. Creo que tenemos un buen nivel de contratación y de pago de las obras. En este último punto las patronales han reconocido nuestro esfuerzo.

En estos tiempos los ciudadanos agradecerían gestos de austeridad por parte de la clase política.

Tenemos un presupuesto de personal ajustado, más bajo que el resto de consells. Ha habido una congelación de sueldos de los altos cargos y de dietas, y una reducción de la partida de protocolo. El capítulo uno se ha incrementado un 6 por ciento, en contra de lo que dice la oposición, un aumento que se corresponde con cinco nuevas plazas de bomberos y el plus de productividad de la plantilla. Hay que remarcar que son acuerdos debatidos en pleno y aprobados por unanimidad. Si el PP no está de acuerdo, en estos dos casos concretos, que lo diga.
El año concluye con un varapalo para la industria, el anuncio de Kraft Foods España del cierre de la factoría de Maó. ¿Confía en que eso no llegue a ocurrir?
El gobierno del Consell no da por hecho, a día de hoy, que se cierre, aunque la empresa nos ha comunicado dicha decisión. Nosotros le hemos pedido que lo reconsidere, porque sino el Consell buscaría todos los mecanismos para que la marcha de Kraft no implique el cierre de la fábrica.

¿Cómo van las negociaciones?
En primer lugar, hemos conseguido unidad de acción, entre instituciones y comité de empresa, así como la unanimidad de las fuerzas políticas del Consell. La reflexión es que, si Kraft tuvo ofertas de compra que desestimó, es que hay gente interesada en la fábrica. Les pedimos que las podamos analizar conjuntamente para ver si eran o no viables, y ellos no se han negado. Hoy hay una nueva reunión en Madrid. Será un proceso largo, hay un año por delante. Lo que está claro es que no hay elementos objetivos económicos que justifiquen el cierre, porque la rentabilidad de la planta está demostrada.

La desaparición de El Caserío era una posibilidad de la que se hablaba, pero Menorca no estaba preparada para ese adiós.

Es grave, es una noticia que planeaba desde hace años pero, si hacemos una abstracción de la situación económica actual, y en lo relativo al sector primario, sí que estamos ahora mejor preparados para afrontar esta dificultad. Hace cinco años había 123 fincas proveedoras de Kraft y ahora son 20. Eso no es fruto de la casualidad, sino del análisis y de una apuesta por diversificar el sector.

¿Cómo piensa resolver el caso de las ayudas de Medio Ambiente a la empresa Subbuteo, S.L.?
Se resolverá ese expediente de acuerdo con la normativa. Siempre hemos seguido la más escrupulosa legalidad, por eso se abrieron diligencias previas y, ante las dudas, yo como presidente decidí abrir el expediente sancionador, porque no queremos que haya ningún tipo de duda. El PP, que está poco autorizado para hacer cierto tipo de críticas, tiene toda la información.

¿Destituirá al director insular de Medio Ambiente, Raül Escandell?
No me pronunciaré hasta que el instructor del expediente no haga una propuesta, porque me equivocaría. Se tienen que cumplir los plazos establecidos, dar garantías al afectado y recoger todos los informes. Estudiaré las conclusiones de la instrucción. Este asunto no se ha parado en ningún momento y me gustaría que concluyera rápido, porque la especulación permanente no ayuda.

¿Esta cuestión ha erosionado las relaciones con el PSM y Els Verds?
No. Los tres partidos estamos interesados en resolverla y clarificarla. Existe una plena coincidencia en que el proceso debe finalizarse.

El PP acusa al PSOE de ser cautivo del apoyo nacionalista. ¿Siente que, si tuviera una mayoría suficiente, llevaría adelante otros proyectos, como desdoblar la Me-1?
Cada una de las decisiones que he tomado son las que hubiera tomado con una mayoría del PSOE. A la vez han sido decisiones habladas y discutidas con nuestros socios, pero las coincidencias son más elevadas que las diferencias. Sobre la carretera, estoy convencido de que los criterios de los técnicos son los mejores para afrontar las obras, y no es fruto de ninguna condición, aunque entiendo que el PP esté preocupado, al ver que somos capaces de llevar adelante el gobierno.