Convenio. Antoni Cladera, Ignasi Camps, Pere Ferrer, el alcalde Llorenç Brondo y Santiago Cardona, ayer

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L.B. Ciutadella
La presencia del policía tutor en el entorno de los institutos de Ciutadella ha mejorado la convivencia escolar, ha permitido disuadir pequeños actos delictivos, prevenir conflictos y concienciar a los alumnos de los centros de que además de derechos tienen deberes. Desde la implantación de esta figura preventiva, hace dos meses, la comunidad educativa de ambos centros se muestra satisfecha con el resultado de su labor. Tras el balance positivo, el Ayuntamiento de Ciutadella mantendrá de forma permanente y definitiva el servicio del policía tutor a través de un convenio que el alcalde, Llorenç Brondo, firmó ayer con los representantes de los dos institutos. Con esta iniciativa, Ciutadella se convierte en el municipio pionero en la Isla con la figura del policía tutor y el segundo en Balears con este servicio preventivo, después de Sa Pobla.

Presencia disuasoria
El director del Instituto Maria Àngels Cardona, Santiago Cardona, afirma que "se trata de una iniciativa muy buena y estamos satisfechos con su labor". Señala que es una figura de utilidad "para prevenir, por ejemplo, el tráfico de estupefacientes. Si un alumno trae hachís o cannabis al centro, el hecho de la presencia de un policía con capacidad para registrar y de tramitar una multa de 300 euros hace que se lo piensen dos veces antes de llevar sustancias". También destaca que el agente "se convierte en un punto de referencia si se dan situaciones de conflicto. Es un recurso. Además, Antoni Cladera tiene el perfil ideal como policía tutor, por su implicación personal".

Por su parte, Pere Ferrer, director del Instituto Josep Maria Quadrado, coincide en valorar el buen trabajo y eficacia del servicio. Destaca especialmente "no sólo la función preventiva, la solución de conflictos y las medidas correctoras, sinó también su aportación formativa para el centro en acciones de educación vial, prevención de accidentes y de consumo de drogas". Como ejemplo, señala la colaboración prestada por el policía tutor en la jornada por la movilidad organizada por el centro en que los alumnos realizaron una marcha en bicicleta por las calles de Ciutadella.

El inspector jefe de la Policía Local, Ignasi Camps, resalta que el policía tutor se convierte en el enlace y en la persona de confianza para la comunidad educativa de ambos centros. "Antes faltaba mediación policial. Si había algún problema en los institutos, llamaban a la Policía y podía acudir cualquier agente. Con la figura del policía tutor, el funcionario, a la vez que es conocido en el centro, conoce la realidad del instituto. Antes faltaba esta mediación". Uno de los problemas que se detectan en las aulas de los institutos es el absentismo escolar ocasional y, en algunos casos, crónico, asociado a situaciones de riesgo social. "Antes, a efectos prácticos, estos casos de absentismo se quedaban dentro del centro, en cambio ahora, el policía tutor hace de mediador con la familia, y si detecta algún caso que requiere intervención, se deriva a servicios sociales".

En este sentido, Pere Ferrer matiza que "ante el absentismo escolar los centros no tenemos posibilidades de actuación. El hecho puntual de que el policía tutor pueda incluso ir al domicilio del alumno a buscarlo es un trabajo que valoramos, sobre todo ante casos en los que nos sentíamos impotentes".

Antoni Cladera, el primer policía tutor de la Isla, se muestra ilusionado en proseguir su trabajo. "El principal motivo para seguir es trabajar para los jóvenes", indica. Precisamente, la Escola Balear d'Administracions Públiques (EBAP) prevé organizar un curso en la Isla para formar a nuevos policías tutores. Se trata de agentes que deben ser seleccionados por la jefatura y reunir unas aptitudes para este servicio.