El proyecto presentado por el equipo de gobierno obtuvo la práctica conformidad de todos los grupos de la oposición. Las portavoces de PSOE y PP, Pilar Carbonero y Antònia Gener, recordaron que habían incluido esta iniciativa en sus propuestas para el Fondo y que había sido incluido en sus respectivos programas electorales, especialmente, por lo que respecta al PSOE, en lo relativo al carril bici, que los socialistas proponían tuviera un circuito de tres kilómetros y uniera la zona de los institutos con la de las instalaciones deportivas.
Carbonero reconoció en este sentido que el tramo de la Contramurada y el previsto del Camí de Maó significa ya un primer paso y añadió que en la calle Mallorca existe espacio para su instalación, mientras Gener insistió también en que el carril bici del Camí de Maó era también para su grupo una opción prioritaria. Por su parte, la portavoz del PSM, Maite Salord, se mostró, también "en principio", de acuerdo con el proyecto.
El más crítico de los portavoces fue Joan Triay, de UPCM, quien, pese a encontrar correcta la iniciativa y el precio de los materiales a emplear, lamentó el impacto visual que suponían las cajas de suministro eléctrico que se prevé instalar, cada dos casas, a la altura de los árboles y que él espera puedan colocarse en las fachadas.
Joan Triay manifestó asimismo que le parecen excesivos los 42 proyectos que se están barajando, "cuando el Ayuntamiento de Maó ha presentado 11 al Fondo y nosotros, sumando 12 de los previstos, ya nos estamos pasando en 2.300.000 euros de la cantidad adjudicada y mucho nos tememos que habrá que endeudarse".
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