Denuncia. Hassan Oufkir es portavoz de la asociación Al-Khayr

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Ángeles M. Obispo Maó
Dos semanas después del inicio de la ofensiva israelí sobre la franja de Gaza que ya deja más de 800 muertos, cerca del 40 por ciento civiles, Hassane Oufir (Marruecos, 1965), portavoz de la Asociación Comunidad Islámica Al-Khayr de Menorca que agrupa a unos 500 musulmanes de los alrededor de 2.000 que residen en la Isla, condena el "atropello y la masacre" que está sufriendo el pueblo palestino. Denuncia la utilización por parte de Israel de armas prohibidas por el convenio de Ginebra como las bombas de racimo, de uranio empobrecido y de fósforo blanco. Considera que la comunidad internacional ha dado la espalda a los palestinos y la acusa de ser cómplice del "exterminio" de un pueblo.

¿Cómo viven los musulmanes de Menorca la situación actual en la franja de Gaza?
Nadie se siente bien. Lo que muestra la televisión es muy doloroso, una injusticia total y cualquiera que lo vea, sea o no musulmán, no puede sentirse bien.

¿Conoce alguna persona que tenga familiares en la zona del conflicto?
Sí. Hay gente que tiene familia y amigos, pero nuestro dolor no sólo es por tener familiares y tampoco por ser Palestina. Esto podría pasar en otro sitio y sentiríamos el mismo dolor ante una masacre como ésta.

¿Qué tipo de acciones están llevando a cabo ustedes desde Menorca?
De momento convocamos una concentración hace unos días donde expresamos nuestro dolor y rechazo y el próximo día 13, a las 19.30 horas, de forma simultánea en Ciutadella, en la plaza de la Catedral, y en Maó, en la plaza de Colón, celebraremos otra concentración de protesta.

¿En su opinión, cómo debería resolverse este conflicto?
Lo primero que exigimos es parar esta masacre. Las víctimas son en su mayoría niños y mujeres. Es un conflicto desigual entre, por un lado, un Ejército, el israelí, que cuenta con los aparatos militares más sofisticados del mundo y más destructivos y, por otro lado, la población civil. Israel ha invadido Palestina y la gente se defiende como puede y encima les llaman terroristas. Esto es muy grave. Israel utiliza armas prohibidas por la convención de Ginebra; bombas de racimo que son como latas de Coca-Cola, brillantes, que si no explotan, luego pueden cogerlas los niños jugando, y bombas de uranio empobrecido y de fosfato blanco, que producen unas quemaduras que llegan hasta el hueso.

¿Pero qué solución ve usted al conflicto?
Es una pregunta política. Pero la solución es la que piden los propios palestinos. Ellos viven en una especie de campo de concentración y sufren el bloqueo internacional desde hace meses. Sólo piden que se abran las fronteras y que cesen los bombardeos. Tener derechos y vivir en paz. Las fuerzas son desiguales. Hay un Ejército contra un millón y medio de personas que vive en tan sólo 350 kilómetros cuadrados. Es la zona más densamente poblada de la Tierra.

¿Cree que la comunidad internacional actúa de forma hipócrita ante este conflicto y que podría hacer más?
No está haciendo nada. Ha dado la espalda al pueblo palestino y nosotros sólo podemos expresar nuestro dolor. La comunidad internacional no puede contemplar pasivamente el exterminio de palestinos a manos de Israel sin hacerse cómplice de la matanza. Exigimos que se detenga el genocidio inmediatamente. Las salas de urgencias y cuidados intensivos de casi todos los hospitales no pueden acoger más pacientes, no dejan pasar personal médico a Gaza, por eso condenamos y denunciamos esta agresión.
Israel justifica el ataque en respuesta a los misiles lanzados por militares de Hamás en algunas poblaciones judías. La desproporción es evidente, pero Israel también está harto.
Pero esto no se puede justificar. No se pueden justificar asesinatos de civiles. La comunidad internacional debe intervenir.

Cambiemos de tema. ¿Cuáles son los problemas más importantes que tiene la población musulmana en Menorca?
El problema de Gaza hace olvidar otros, pero la crisis está afectando sobre todo a los inmigrantes. Cuando nosotros nos quedamos sin trabajo, tenemos otro problema como es la dificultad para renovar los permisos de residencia. Ahora hay muchos problemas porque también hay unos mínimos ingresos estipulados por la ley y no se alcanzan. Por eso pedimos flexibilidad en la renovación de los documentos de permiso de trabajo y reagrupación familiar. Hay casos en que se ha denegado la renovación de los papeles a un niño pequeño, pero dónde puede ir con sus padres aquí. También hay jóvenes que han dejado de estudiar para ir a trabajar y ayudar a la familia para aumentar ese mínimo de ingresos exigido.

¿Conoce inmigrantes que se hayan marchado o piensen hacerlo?
Hay gente que cobra el paro y están esperando que mejore la situación. Muchos trabajan en la construcción y la hostelería. En Menorca no hay discriminación, pero las leyes son duras. En el momento en que no tienes ese permiso de trabajo ya es una forma de discriminación y cómo se puede integrar un inmigrante que está pensando que mañana le van a echar del país.

El proceso de integración es difícil en un momento de crisis, pero en general, ¿cómo es el proceso de adaptación de un musulmán en Menorca?
Dentro de nuestra asociación ayudamos a los que vienen por primera vez, aunque cada vez son menos. Pero sobre todo ayudamos a los que ya están aquí desde hace tiempo. Nuestra integración es más difícil por cuestión del idioma y por nuestras costumbres. Pero no podemos hablar de una integración plena cuando existe una discriminación burocrática con la denegación de permisos.