GRUPO. Las educadoras se ostrarón satisfechas durante el acto de entrega de los certificados

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Maria Solá. Maó
Tras nueve meses de esfuerzo para compaginar la vida laboral y familiar con los estudios, las 35 alumnas del curso de adaptación recibieron ayer el certificado que las autoriza a ocupar plazas de maestras en las 'escoletes'. Esta convocatoria, organizada por el Govern Balear en colaboración con la Universitat de les Illes Balears (UIB), pretende que los educadores de educación infantil se adapten a las condiciones de formación que exige actualmente la normativa que regula los requisitos mínimos de los centros de este tramo educativo.
La sede universitaria de Can Salort, en Alaior, fue el escenario de la ceremonia, en la que estuvieron presentes la directora general de Universidad, Francesca Garcias; el delegado territorial de Educación, Joan Coll, y el director del Instituto para la Educación de la Primera Infancia, Vicenç Arnaiz. "Uno de los retos del Plan para la Educación en la Primera Infancia es ofrecer la mejor educación posible y por ello es necesario dignificar la atención a los más pequeños", señaló la directora de los cursos de formación, Marisa Mir. En este sentido Mir apuntó que "Menorca es un referente en toda España" y animó a las educadoras a realizar su trabajo "más allá de la guarda y custodia de los niños".
Por su parte Arnaiz destacó que este curso de formación soluciona en parte el déficit de titulados en Magisterio y recordó que la tarea de los buenos educadores consiste no tan sólo en formar a los más pequeños sino también en concienciar a la población y exigir a las administraciones en relación a la importancia de la etapa educativa de 0 a 3 años.
Asimismo la Consellería de Educación del Govern Balear tiene previsto convocar nuevos cursos con el objetivo de incrementar el número de plazas públicas en las 'escoletes' y garantizar una enseñanza de calidad.