Bordoy junto al resto de la junta directiva

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F. Saborit Maó
El presidente del Fomento de Turismo, Nicolás Bordoy, aseguró ayer que la entidad "no puede seguir más tiempo sin definirse" y emplazó a los asociados a "decir la última palabra" en la asamblea prevista para el 5 de febrero y en la que se decidirá sobre la continuidad, disolución o reconversión de la institución nacida para la promoción de la Isla. En la reunión "explicaremos cuál es la situación real del Fomento y dejaremos que los socios opinen", afirmó Bordoy, quien no considera problemático que la entidad, que cuenta con 200 asociados, se transforme en un foro de opinión sobre el sector, en convivencia con la Fundació Turisme, que recientemente acordó su continuidad, también como plataforma de análisis turístico.

La existencia de dos foros, añadió, "no quiere decir que vayamos a ir en contra de las decisiones tomadas por las consellerias, se trata de reunirnos y expresar nuestros puntos de opinión". Bordoy subrayó no obstante que apostará por la continuidad de Fomento del Turismo "si hay consenso y un trabajo a realizar, si podemos colaborar en unificar asociaciones, debatir y que se respeten las opiniones". "No me gustaría -añadió- que pensaran que yo quiero cerrar otras fundaciones que tienen su legitimidad". Sobre la decisión de la Fundació Turisme de seguir su actividad, Bordoy eludió "entrar en el debate sobre dicha fundación, que ha tenido muy poca vida y trayecto", y recalcó que "hace año y medio Fomento ya propuso seguir como foro y fue duramente criticado". El presidente del Fomento manifestó que la entidad "nunca ha querido la desunión" y que lo ideal sería que "en Menorca haya de una vez por todas un punto de promoción, con criterios unificados, y en este momento eso sólo puede hacerlo el Consell porque tiene los recursos". La continuidad o no del Fomento conllevará, según explicó Bordoy, una decisión sobre su sede social, en la actualidad situada en sus oficinas de la calle Norte de Maó. Según las conversaciones mantenidas con el Ateneo de Maó, "éste nos acogerá siempre, actuaríamos con independencia y nos dejarían un espacio para nuestras reuniones".