Dique. El espigón, ayer, ha resistido los fuertes embates del mar. El sábado por la tarde, la estructura en construcción quedó literalmente cubierta por el intenso oleaje

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Laura Bañón Ciutadella
El temporal de viento, que alcanzó el sábado por la tarde la máxima intensidad, ha desplazado el último módulo de hormigón que había sido instalado en el extremo del dique. Según los técnicos, el cajón, el octavo y último de la estructura hasta la fecha, se ha movido entre uno y dos metros.

El vicepresidente del Servei de Ports de les Illes Balears, Manuel Antonio Patiño, explica que el módulo afectado era el último que había llegado de Barcelona. Temporalmente se había instalado entre los acantilados y el dique para servir de puente a los camiones con el fin de proceder al rellenado de los otros siete cajones que conforman el brazo exterior. Una vez finalizado este trabajo, el módulo afectado se había colocado recientemente en el extremo de la estructura levantada. Patiño justifica que este cajón se ha desplazado porque "sólo se había rellenado de agua para quedar instalado". Considera que "dentro de lo que cabe se trata de una incidencia con solución técnica". Avanza que el módulo afectado se vaciará de agua para poder ser reflotado. Entonces, comenta, volverá a colocarse en su sitio y se procederá al rellenado con materiales para que quede consolidado.

Con todo, el vicepresidente de Ports destaca que "a pesar de las incidencias, el grueso de la estructura del dique ha aguantado los embates del mar". De hecho, los numerosos curiosos que se concentraron el sábado por la tarde en el Castell de Sant Nicolau para observar la espectacularidad del temporal en la bahía de Ciutadella compartieron curiosidad por la visión del espigón en construcción cubierto literalmente por el intenso oleaje. La fuerza del viento de poniente rozó el sábado en Ciutadella los 100 kilómetros por hora, con olas rompiendo en la costa hasta los 6 metros de altura. Según Patiño, la base del dique de Son Blanc ha aguantado una de las más feroces tempestades en el mar que se recuerdan en los últimos años, lo que supone una prueba de consistencia de la obra. "La incidencia de un temporal de estas características en una obra que está en construcción era un riesgo. Dentro de lo que cabe, no ha sido tan grave, lo que demuestra que el proyecto va bien encaminado".

En este sentido, Patiño se muestra satisfecho con la planificación de las obras. "Con esto se demuestra que el trabajo de previsión ha sido positivo. Antes de la llegada del invierno, nos aseguramos de instalar las siete grandes estructuras de hormigón, de reforzarlas y consolidarlas para aguantar los temporales", dice.

La tempestad en la zona litoral también ha ocasionado pequeños desperfectos en Son Blanc, como el desplazamiento de una de las casetas de obra y de varios dados de hormigón, de pequeñas dimensiones, destinados a reforzar la escollera del dique. El temporal ha obligado a paralizar temporalmente los trabajos en Son Blanc, a la espera de que el viento y los embates del mar remitan.