ROSETA. Con el cierre de Jaime Pons Sintes SL se pone punto y final a una marca que fue muy popular en la década de los sesenta

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LL.A.C. Maó
La dirección de Jaime Pons Sintes SL, la empresa continuadora de la marca de calzado Roseta, presentó ayer a los sindicatos el expediente de regulación de empleo mediante el cual los 16 trabajadores de la fábrica quedarán sin trabajo. Era un cierre anunciado, después que el impago de una clienta llevara a la empresa a la quiebra, y una vez esta clienta "no ha dado más señales de vida", según el responsable de la empresa, Jaime Pons.

Ahora, los sindicatos tienen dos semanas para estudiar la documentación. No obstante, José Reyes, secretario general de UGT, ya avanza que con toda seguridad el cierre en esta ocasión "estará justificado y será real". El primer paso en este caso será convocar una reunión del Tribunal de Arbitraje y Mediación (TAMIB), en la que se intentará un acuerdo entre trabajadores y empresa. De todos modos, el acuerdo se antoja imposible dada la falta de liquidez de la empresa, con lo cual el paso obligado de los sindicatos será acudir a los juzgados para reclamar la indemnización correspondiente.

El cierre de Roseta es un capítulo más de las consecuencias de la crisis económica, que ya se ha llevado por delante a varias empresas del sector del calzado. Zapatillas Alaior fue la primera en cerrar sus puertas. Le siguió Gomila Melià, también en Alaior, y ahora dos empresas en Ciutadella que cierran sus puertas, Roseta y Creaciones Freehand. En total, un centenar de personas que se han quedado sin trabajo en uno de los pilares del sector industrial de Menorca. Y según varias fuentes consultadas, las cosas no pintan muy bien de cara al futuro, ya que hay empresas cuyos trabajadores desconocen su futuro más inmediato. Mientras, la Asociación de Fabricantes de Calzado de Menorca ha convocado una asamblea para el 10 de febrero, en la que analizarán la situación del sector en Menorca. Hasta entonces, eluden hacer declaraciones.

El otro pilar tradicional de la industria menorquina, la bisutería, tampoco pasa por buenos momentos. Varias fuentes consultadas admiten que el sector pasa por malos momentos, y que hay varias pequeñas empresas que se están planteando su futuro más inmediato. No obstante, de momento no hay ningún cierre confirmado, a pesar de los rumores que se han disparado en los últimos días sobre grandes empresas menorquinas que estarían estudiando el cierre.

Sobradamente conocido es el caso de Kraft, otra industria menorquina que ha anunciado su intención de cerrar. Un cierre que por sí solo echaría por tierra gran parte de un sector, el de la industria agroalimentaria, dejando en la calle a 180 trabajadores y provocando un efecto dominó que podría dejar en la calle a unos 300 trabajadores más.

El sector industrial pasa por malos momentos, pero la construcción tampoco anda fina. Obras y Excavaciones Camer cerró ya sus puertas, y dejó a 55 trabajadores sin empleo. Además, muchos contratos eventuales no se han renovado y las jornadas se han reducido. Los pronósticos que apuntan a un 2009 complicado parece que se cumplen, mientras los sindicatos avisan que habrá que mantenerse alerta ante posibles nuevos cierres, y estudiarlos todos con lupa.