"Es la bajada más brusca desde que tenemos estadísticas", admite el presidente de los arquitectos de Menorca, Llorenç Seguí. De hecho, si se compara esta caída con otra crisis importante, la de los años 1993 a 95, el presidente recuerda que "ahora hemos experimentado en solo un año la caída que entonces registramos en dos años". Y es que en 2008 se autorizaron cuatro veces menos viviendas que en el 2007. Un descenso que padece por igual la vivienda privada y la pública, y del que solamente se "salvan" las ampliaciones y reformas, que caen un 6,7 por ciento.
Esta brusca caída no se explica solamente con la crisis mundial. Llorenç Seguí entiende que la restricción bancaria es uno de los factores que contribuyen al descenso, pero no el único. "En los últimos años se han producido excesos en el sector inmobiliario, el precio del suelo se ha multiplicado por diez en la última década y el coste de la vivienda se ha disparado de tal manera que claramente esta situación debía desembocar en una crisis", explica Seguí. Una situación que nadie paró "y provocó que la vivienda, una necesidad básica de la gente, se convirtiera en el primer objeto de especulación. La Administración tampoco hizo nada para cambiar esta situación, ya que en vez de hacer vivienda protegida se dedicó a subastar el suelo que recibía y, así, se dedicó también a especular", opina el presidente de los arquitectos.
CIUTADELLA Y ALAIOR, PEOR
El descenso de proyectos visados no se ha notado igual en todos los municipios de Menorca. Así, los peor parados han sido Ciutadella y Alaior. En este último caso, el pasado año se visaron una décima parte de las viviendas que un año antes, un descenso similar al de Ciutadella. El caso de la ciudad de poniente es cuanto menos notable. En 2007 había acumulado el 54 por ciento de las viviendas autorizadas en Menorca. El pasado año "solamente" concentró el 25 por ciento de las viviendas visadas.
En el otro lado de la balanza se sitúa Es Migjorn Gran, que dobló el pasado año el número de viviendas visadas. También Ferreries registró un aumento del 3 por ciento.
NO SE PUEDE BAJAR MÁS
Si 2008 fue un mal año para los arquitectos menorquines, la principal incógnita ahora es saber cómo se comportará 2009. En este sentido, Llorenç Seguí considera que "hemos bajado mucho, ya no se puede descender mucho más".
Si para los arquitectos 2009 es una incógnita, para los constructores pinta negro, según Seguí. "El año pasado aún pudieron ejecutar los proyectos visados en 2007 y mantener la actividad. Ahora, en 2009, tendrían que construir todos los proyectos que no se pudieron visar el pasado año, con lo cual en la construcción, lo peor está aún por llegar", asegura.
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