Balears. Ayer la actividad descendió notablemente pero los contactos continuaron en la trastienda

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O.R.P. Madrid
FITUR, o al menos su vertiente más profesional, se ha acabado. Tres días, tres etapas hacia la consecución de una meta: que la temporada turística sea rentable. La carrera prosigue y ahora sólo queda esperar que se cumplan los objetivos. Por el momento, el mensaje y la esperanza son positivos. Sólo un lunar se divisa en el horizonte y es que la crisis se está comiendo los mercados y el miedo a consumir es el gran obstáculo que salvar.

Tres días pueden dar para mucho, pero nunca para salvar el año. Madrid ha sido una prueba de fe, de confianza y de sacrificio. No exenta de problemas y rencillas, esta edición de la feria internacional de turismo de Madrid debe servir para que Menorca, entera, trabaje conjuntamente. Así lo entiende la Administración y los empresarios, aunque su visión de la realidad, a veces, sea divergente.

Los touroperadores lo han dejado muy claro. O Menorca se compromete con ellos o poco podrán hacer. Las agencias necesitan Menorca tanto como la Isla a ellas. El equilibrio entre fuerzas será lo que marque el próximo verano. Será el punto de partida de un 2010 que puede ser de recuperación o de descalabro. Este año, lo afirman todos los presentes en Madrid, lo importante es no perder. Frenar el descenso continuado de turistas es una preocupación generalizada cuya solución pasa por diversificar mercados emisores y por recuperar los tradicionales.
Las aerolíneas son otro de los puntos débiles que reforzar. Contactos como los mantenidos con BMIBaby, que ofrecerá nuevas conexiones con el Reino Unido, o con Transavia, que podría empezar a operar frecuencias sin el apoyo de los touroperadores, pueden ayudar a frenar la caída de visitantes.

Otra de las conclusiones a las que se ha llegado en FITUR es la necesidad de que Menorca cese en su autocomplacencia. Ha llegado el momento de demostrar que sí, que es una Isla que merece ser visitada. En ello interviene la creación de productos. Que el Gobierno se implique en la mejora y recuperación del Camí de Cavalls ha sido, para muchos, una excelente noticia. Sin embargo, queda mucho por recorrer hasta que se convierta en un claro atractivo. Sin servicios, sin la colaboración de empresarios y propietarios, sin recursos públicos y privados poco hay que hacer.
Y aquí se inicia otro debate. Las infraestructuras que reclaman estos nuevos productos. "De poco sirve promocionar el cicloturismo si no se puede cargar una bici en un autobús", reflexionaba un empresario menorquín. "Los hoteles y apartamentos deben adaptarse a este cliente potencial", analizaba otro.

Refundar el turismo
Esta adecuación de las instalaciones llegará gracias al decreto turístico aprobado ayer por el Govern. Los hoteleros perciben esta medida como la gran oportunidad que estaban esperando para iniciar reformas de manera inmediata. Estos proyectos cuentan con el espaldarazo definitivo del Plan Renove, impulsado por el Gobierno.
Las inversiones son, y así lo entienden los hoteleros, el mejor aliado para que Menorca vuelva a ser competitiva. Hay que refundar el turismo desde todos los segmentos y apostar claramente por el cliente. De lo contrario, el principal motor económico insular se las verá muy negras. Esto ha sido FITUR; un encuentro de trabajo en que vender es secundario. Aquí, este año, lo único que importa es confiar y esperar a que los vientos soplen favorables.