Estaràs pide a Antich que apoye la economía productiva y las pymes

Rosa Estaràs aseguró que la dureza de la crisis económica reclama fortaleza, decisión y responsabilidad, circunstancia que no caracteriza al Govern balear ni al Consell insular. Estaràs, que defendió la necesidad de reducir los altos cargos y de practicar una política austera y eficaz que responda a las demandas de los ciudadanos, criticó los planes de Zapatero por representar trabajo para seis meses y penuria para después, con un gasto de 30 millones de euros en carteles de obras obligatorios del Plan Estatal de Inversiones Locales. La presidenta regional del PP criticó al Govern balear por no contar con el PP para afrontar la crisis económica y cuestionó la efectividad de las medidas de choque anunciadas en julio pasado, después de ocultar la situación económica durante meses. Censuró la gestión de Antich en la modernización de los establecimientos hoteleros, el desarrollo del Estatuto autonómico, las carreteras y la política social, entre otras. Estaràs tampoco ocultó la situación interna del PP, se refirió a las personas que habían traicionado al partido y aseguró que era el momento de levantar la cabeza y encarar la situación.

Partido fuerte
Santiago Tadeo subrayó la importancia de formar un partido fuerte y cohesionado, con el objetivo de constituir una alternativa válida en las elecciones de 2011, para acometer el cambio que necesita Menorca después de una década de gobierno deficiente del PSOE y PSM. En este sentido, Tadeo aseguró que el equipo de gobierno había dado la espalda a las necesidades de los menorquines y criticó la gestión de la izquierda, y, concretamente de la anterior presidenta insular, Joana Barceló, por haber destrozado el principal motor de la economía insular, el turismo. Por ello, instó al actual presidente insular Marc Pons a que afrontara con valentía la situación de crisis estructural de la Isla, originada por los 10 años de política en contra del progreso.

Trabajo y cohesión
El senador autonómico Joan Huguet se refirió al sentimiento de nostalgia de los años en que el PP ostentaba el gobierno con mayoría absoluta del Consell y cinco alcaldías y, por ello, abogó por la esperanza para conseguir los objetivos políticos en 2011 desde el trabajo y la cohesión interna. Huguet criticó a Zapatero por haber iniciado hace cinco años una peligrosa segunda transición política de la mano de partidos radicales y separatistas y por su ineptitud para solucionar los problemas más acuciantes del país. Abogó por un PP moderado y aseguró que el último congreso insular había marcado el inicio de una nueva etapa liderada por Santiago Tadeo, a quien le aconsejó que tuviera credibilidad con los afiliados para luego transmitirla a los ciudadanos, además de priorizar el contacto con la gente de la calle.