Prueba. Uno de los autobuses de hidrógeno en Barcelona

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F. Saborit Maó
España cuenta con dos estaciones de repostaje de hidrógeno para el transporte, una en Zaragoza y otra en Madrid, y está prevista una tercera instalación en la Plataforma Solar de Sanlúcar la Mayor, en Sevilla. El hidrógeno se abre paso como combustible alternativo, pese a que todavía tiene en contra su excesivo coste, aunque "se prevé que la tecnología vaya evolucionando y pueda abaratarse", afirmó ayer María del Mar Arxer, licenciada en Ciencias Químicas e invitada por la delegación en Menorca del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Industriales de Balears (COETI) para participar hoy en su ciclo de conferencias sobre propulsiones alternativas.

Arxer es experta en el desarrollo de nuevas tecnologías para que la economía del hidrógeno se convierta en una realidad, y actualmente trabaja en la firma Carburos Metálicos, S.A. -del grupo multinacional Air Products-, de la que es representante en la Plataforma Tecnológica Española del Hidrógeno. Esta tarde hablará sobre las infraestructuras para la producción y el tratamiento del hidrógeno en la ponencia que tendrá lugar a las 17 horas en el salón de actos del Consell, en Maó.

¿Se está ya en condiciones de abastecer de hidrógeno al transporte?
El hidrógeno se usa en la industria desde hace 50 años, y a ese nivel su manejo es conocido y su producción efectiva. En las primeras etapas de la economía del hidrógeno el abastecimiento vendrá de esas infraestructuras existentes, que en la actualidad están en proceso de adaptación para crear hidrogeneras y centros de producción más pequeños.

¿Será una alternativa real a los combustibles fósiles?
Ya lo es, pero veremos otras alternativas, como el biodiesel o el etanol. El inconveniente es que todavía es caro, porque no es una fuente de energía, hay que obtenerlo a partir del gas natural, y nunca será más barato que éste, pero también hay que tener en cuenta los costes medioambientales. Pero llegará a ser económico y se podrá obtener de fuentes renovables. Hasta ahora sólo se ha trabajado con prototipos.

¿Qué experiencias se han llevado a cabo con este tipo de transporte?
Madrid y Barcelona participaron en un proyecto europeo para incorporar autobuses urbanos propulsados con hidrógeno y en Zaragoza, con motivo de la Expo 2008, también circularon cuatro autobuses, que ahora el Ayuntamiento estudia incorporarlos a la red pública de transporte. En Zaragoza y en Madrid existen las primeras hidrogeneras de España y en breve se abrirá una tercera en Sanlúcar la Mayor, en Sevilla.

¿Es una energía limpia?
El hidrógeno es un gas no tóxico, no contamina, y en las pilas se produce una reacción que genera electricidad, a partir del hidrógeno y el oxígeno, y que sólo emite vapor de agua. La producción de hidrógeno, reformado del gas natural, sí puede generar dióxido de carbono, pero ahora se experimenta con nuevas tecnologías para secuestrar ese CO2 y no liberarlo a la atmósfera. Además, el hidrógeno se puede generar también a partir de energías renovables, como la eólica.