Hospital. La joven falleció tras ser intervenida en el Mateu Orfila

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Ll.A.C. Ciutadella
"No puedo quedarme de brazos cruzados". Así explica Gonzalo Sánchez la denuncia que va a presentar contra el IB-Salut por el fallecimiento de su hija en el Hospital Mateu Orfila tras ser sometida a una intervención quirúrgica a priori sencilla, la extirpación de un quiste en un ovario. Durante la operación se le afectó una arteria vital, y finalmente falleció en el Hospital Son Dureta de Palma, al que fue trasladada de urgencia.

El padre ha tomado esta decisión tras dejar pasar un tiempo prudencial "y despedir como se merecía a mi hija". Los detalles de la denuncia aún no se han concretado, y serán los abogados de la familia los que, una vez consultados los informes médicos, decidirán en qué extremos se formula la denuncia y a quién se implica. De momento, Gonzalo Sánchez cuenta ya con el informe de lo ocurrido en el Hospital Son Dureta de Palma, y le falta recabar el del Mateu Orfila.

Con estos informes será suficiente, considera el padre, para formular la denuncia. En este sentido, asegura que la decisión de no practicar la autopsia de su hija no debe afectar al proceso de investigación. "Decidí no hacerle la autopsia y lo comuniqué con el personal médico delante. Si ellos creían que la autopsia era necesaria para la investigación, deberían habérmelo dicho, y no lo hicieron. ¿O es que a ellos ya les iba bien que dejáramos de hacer esa prueba?", inquiere Sánchez.
De hecho, el padre de la joven fallecida se muestra indignado ante la reacción de las autoridades sanitarias -el gerente del IB-Salut en Menorca y el conseller de Salut del Govern balear-, que un día después del suceso aseguraban ya que no había habido error alguno. "Si alguien imparcial demuestra que todo fue correcto, me callaré, pero ahora no puedo estarme sin hacer nada. No puedo aceptar que 24 horas después de lo sucedido ya dijeran que todo estaba solucionado y que no había habido mala praxis".