"Entre el gobierno de izquierdas y el desastre absoluto, UPCM no puede, es más, no quiere elegir esta última opción", explica Joan Triay. Así, la junta directiva de su partido aprobó anoche por unanimidad dar su apoyo a la moción, a pesar de que eso no significa su entrada en el equipo de gobierno que encabezará Pilar Carbonero. "Alguien tiene que cambiar de posición para evitar males mayores a nuestro pueblo, y ese alguien propongo que sea UPCM. Si alguien puede ser capaz de imitar la actitud de ese emperador romano, que tocaba la lira mientras su ciudad se quemaba, ese alguien no debe ser nunca UPCM", añade Joan Triay.
MALESTAR CON EL PSM
Un Triay que no esconde su malestar con el PSM, partido que ha decidido que no estén en un posible gobierno de concentración. "Como partido no haremos ningún otro acercamiento más hacia el PSM, de quien hemos percibido un chantaje político en toda regla al plantear una moción de censura desde la intransigencia", asegura. De hecho, considera que "el principal objetivo del PSM no es remediar la situación en Ciutadella, sino excluir a UPCM de un gobierno municipal para el que dependen totalmente de nuestra firma". No obstante, UPCM ha decidido ceder, "a pesar de que si aguantásemos en nuestra legítima postura de participar en el gobierno que vamos a hacer posible, probablemente conseguiríamos este objetivo, pero tal vez al precio de que las cosas se deterioraran irreversiblemente".
Con la decisión de la junta directiva de UPCM tomada, ahora solamente falta firmar la moción de censura y presentarla. Un paso que Joan Triay quiere que se produzca cuanto antes, a poder ser este viernes. Después, empezará a andar un gobierno en minoría de PSOE y PSM, con la Alcaldía en manos de Pilar Carbonero, pero con diez de 21 concejales. En este sentido, Triay asegura que su partido está dispuesto a firmar pactos de gobernabilidad con el PSOE, pero nunca con el PSM. No obstante, y a pesar de constatar la distancia entre su partido y los nacionalistas, Triay aclara que "una cosa es mantener las distancias como partido, y otra diferente es hacer gobernables las instituciones y que en el Ayuntamiento tengamos unas relaciones lo más normales posibles".
Con la moción de censura que tiene ahora todos los mimbres para prosperar, UPCM está en camino de cumplir uno de sus objetivos: acabar con el gobierno del que Joan Triay llama grupo tránsfuga. "Ha sido el peor gobierno de la historia de la democracia en Ciutadella", sentencia. Incluso señala a una persona como organizador de la estrategia del Grupo Mixto: "Avel·lí Casasnovas es quien los dirige en la sombra", defiende.
De hecho, Triay asegura que la decisión de los nueve concejales de darse de baja del PP el 31 de julio "no era la primera maniobra que intentaban, ya que en enero ya hubo un primer conato, cuando el partido no permitió a Avel·lí Casasnovas ser diputado, y en marzo hubo una segunda intentona de transfuguismo y de formar un nuevo equipo de gobierno, ya sin la participación de UPCM".
El final del Grupo Mixto va a suponer, admite UPCM, el fin de una situación "que políticamente favorecía mucho a nuestro partido, ya que mucha gente nos identifica como el partido que más ha luchado contra ellos y contra la corrupción, pero los desastres no son beneficiosos para el pueblo".
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