Mesa redonda. Un momento del debate celebrado ayer en la sala de plenos del Ayuntamiento de Maó

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F. SABORIT Maó
"Hay que hablar menos de conciliación y más de corresponsabilidad, porque si no, parece que el trabajo y la familia son sólo un problema de mujeres, y es de todos, de la unidad familiar", aseguró ayer en Maó la directora del Institut de la Dona del Govern balear, Lila Thomàs, quien participó en una mesa redonda invitada por Esquerra de Menorca (EM-IU) con motivo de la celebración, el 8 de marzo, del Día Internacional de la Mujer.

Thomàs aseguró que la conciliación es un problema colectivo y no individual, y como tal, debe estar presente en las mesas de negociación entre empresas y sindicatos para lograr horarios adaptados que permitan, tanto a hombres como a mujeres, hacer compatibles las responsabilidades laborales con las familiares, así como con su propio tiempo personal.

Para lograr una auténtica corresponsabilidad en el reparto de las cargas domésticas y familiares es necesario, según Thomàs, un cambio de mentalidad que es también básico, añadió, para erradicar problemas tan graves como la violencia de género. "Los hombres deben trabajar un nuevo concepto de masculinidad no machista y las mujeres deben abandonar el modelo de dependencia y sumisión", recalcó, aunque consciente de que dicho cambio de mentalidad "es lento y difícil".

En cuanto a la igualdad real entre hombres y mujeres, en los cargos de responsabilidad, la directora del instituto balear de la mujer reconoció que todavía queda mucho camino por recorrer. "Ha habido un avance en la representación política, con las listas paritarias, pero en las empresas y en los consejos de administración sigue existiendo el llamado techo de cristal, los puestos donde se toman las decisiones siguen siendo masculinos, y si son femeninos, se suele tratar de empresas familiares, donde los cargos de responsabilidad son heredados".

Un problema que, afirmó, también se ha dado en las centrales sindicales y por lo tanto en la negociación colectiva. Según Thomàs, si hubiera más mujeres con cargos de responsabilidad en los sindicatos "cuestiones como la conciliación estaría más en las mesas de negociación, porque se trata de un problema colectivo".

Maternidad
La maternidad es sin duda el hecho que más condiciona a las mujeres a la hora de promocionarse en las empresas. En este sentido, Lila Thomàs se refirió a los permisos por maternidad y se mostró partidaria de que las mujeres no renuncien a ellos, en un momento en el que se plantea su ampliación de las 16 semanas actuales a 18 semanas. Thomàs aseguró que "el tiempo de atender a los niños después de un parto o una adopción es una conquista de las reivindicaciones feministas que no se puede tirar por la borda". La directora del Institut de la Dona respondía así ante ejemplos de mujeres políticas, como la ministra francesa de Justicia, Rachida Dati, que se incorporó a su despacho cinco días después de dar a luz a su primera hija. "Casos como el de la ministra francesa son una barbaridad", aseveró, "no es bueno pedir a la mujer ese esfuerzo". No sólo entre las políticas, sino también entre profesionales liberales o trabajadoras autónomas se da, a menudo, esa renuncia a los permisos.