Música, baile y cuatro nombres propios -el del Juan Contreras Espinosa, Andaluz del Año, y los de Rafael Moya Peña, Roswhita Britz y la Parroquia de la Concepción, que recibieron una mención especial- fueron los protagonistas de una velada en la que emoción, alegría y añoranza compartieron escenario con la rumba, el fandango o las sevillanas.
Canciones menorquinas a cargo de la joven formación Es Bastió de s'Illa servían de aperitivo a las palabras de Francisco Diéguez. En su intervención, el presidente de la Casa de Andalucía mencionó logros de la entidad y de uno de sus paisanos- Juan Cabrera- y agradeció el apoyo institucional y el buen hacer del personal del Principal.
Los presentadores, Elena Delgado y Roberto González, dieron paso a los cuadros de baile de la casa regional. Tras una primera tanda de actuaciones, el Andaluz del Año 2007, Rafael Sánchez emocionó a los presentes con un discurso preñado del sentimiento de dualidad que embarga a quienes salen de su tierra para asentarse en otra.
Volvió el baile y se entregaron los premios de prosa y poesía, que recayeron en Marcos Seguí por "Canto a Andalucía"; Virginia Martínez por "Los abrazos"; y Luis Sanz por "Menorca". Bailarines a las tablas de nuevo y llegó el plato fuerte, las menciones y la entrega de la insignia de oro a Contreras.
El malagueño agradeció la distinción "que significa tanto para los andaluces que vivimos fuera de nuestra tierra y nos sentimos tan orgullosos de nuestra tierra de adopción". Tras sus palabras, el Coro Rociero cerró el acto.
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