Puerto. Embarcaciones amarradas en la zona de Marina Menorca

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F. Saborit Maó
La Asociación Menorquina de Empresas Náuticas (ASMEN) ha intensificado sus conversaciones con Autoridad Portuaria sobre la futura ordenación del puerto de Maó, para evitar situaciones conflictivas como la del Moll de Llevant, donde la adjudicación de amarres recayó en Trapsa Yates en detrimento del Club Marítimo. El objetivo de ASMEN, según ha señalado su presidente, Justo Saura, es incidir en las bases de futuros concursos para que en las condiciones de adjudicación se tenga en cuenta a las empresas locales.

Éste es el caso de los seis concursos que Autoridad Portuaria pretende convocar para la concesión de la gestión de los amarres existentes entre la Costa d'en Reynés y la Colàrsega. Dicha cesión será por tramos, sin que una misma empresa pueda gestionar más de uno, y habrá una capacidad de unos 360 amarres, para embarcaciones de tamaño medio, de no más de 12 metros de eslora, según las últimas informaciones ofrecidas a la patronal. Los seis concursos relativos a esta zona del puerto podrían convocarse a finales de este año o comienzos de 2010, y en cada tramo habría cabida para entre 50 y 60 barcos.

El presidente de ASMEN asegura que la asociación ha encontrado una actitud receptiva por parte de Autoridad Portuaria, a la que los empresarios han solicitado que se apliquen tasas asequibles y que a la hora de adjudicar los proyectos "se puntúe" a las empresas instaladas en Menorca, "nuestras conversaciones van en este sentido", ha manifestado Saura, quien además aboga porque los actuales amarristas no pierdan sus derechos "aunque deberá haber una rotación de los amarres cuando éstos no estén en uso".

En opinión del presidente de ASMEN, para que no se repita el caso del Moll de Llevant, "hay que actuar más, sin quejarnos tanto de lo que viene hecho, por eso hemos aumentado los contactos con la Administración y se están mostrando receptivos".

ASMEN también ha reclamado a Autoridad Portuaria que los actuales amarres ubicados frente a la central de GESA, que no disponen de servicios pero pagan tarifas modestas, se reserven para amarristas de la Isla. "Es una parte social del puerto que hay que preservar, y Autoridad Portuaria, de momento, se ha mostrado de acuerdo", según ha señalado el presidente de la entidad.

Explanada
En la zona del Cós Nou la patronal náutica prevé "un cambio radical", ya que existe una superficie de entre 30.000 y 40.000 metros cuadrados para reordenar. Las bases de este futuro concurso aún no están redactadas, aunque ASMEN ya augura que será difícil que empresas locales opten al mismo, debido a la envergadura del proyecto. "El que se lleve este concurso no podrá trabajar en la zona, sino que la administrará y podrá alquilarla a empresas náuticas", ha avanzado Saura. Además de la adjudicación de la gestión de la ribera norte, a la que optan siete empresas y que se prevé sea una realidad antes del próximo verano, en el puerto de Maó queda por ejecutar el proyecto de marina seca en Cala Figuera, pendiente del traslado de los depósitos de CLH. Por otro lado, en la zona portuaria perteneciente al municipio de Es Castell no se planifican cambios y la concesión será directa a los usuarios.

Sobre la relación del ente con la patronal, Justo Saura ha destacado que es fluida y que en las negociaciones se cuenta con el apoyo del Consell, el Ayuntamiento de Maó y la Dirección Insular de la Administración General Estado.