CAMBIOS. El Camí de Maó se convirtió desde ayer en una vía de sentido único, solamente de entrada a la ciudad. Para ir hacia Maó tienen que usarse calles alternativas

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LL.A.C. Ciutadella
Desde la plaza de las Palmeras, la imagen más habitual ayer era la de un conductor que pasaba por delante del Camí de Maó, miraba esta calle con cara de sorprendido, y seguía hacia la Contramurada. Ayer fue el primer día en que el Camí de Maó se convirtió en calle de sentido único, exclusivamente para entrar a Ciutadella, y este cambio sorprendió a unos y molestó a otros.

A pesar de que la medida había sido anunciada a través de los medios de comunicación, eran muchos ayer los que no estaban informados. Cuando a las 10.30 horas se eliminó el carril de salida (en dirección a Maó), se inició la prueba de fuego. La Policía Local regulaba el tránsito e informaba a los conductores de los cambios en la circulación. Varios de estos agentes aseguran que además de facilitar información, su tarea era la de aguantar el enfado de algunos conductores que no entendían la decisión.

A media tarde, con algo más de tiempo transcurrido desde el cierre del sentido de salida, ya se veían más vehículos que sin necesidad de información usaban las vías de salida alternativas (calle Vila Juaneda y también Pere Martorell). Entre los comerciantes de la zona, satisfacción era la sensación mayoritaria, aunque también había quien no estaba conforme con lo decidido. Entre los que aprobaban la medida, la opinión mayoritaria era que la calle ahora sería más transitable, más apetecible para los ciudadanos que hasta ahora veían cómo los vehículos circulaban a gran velocidad y pegados a las aceras. Incluso una comerciante explicaba que sufría al tener un niño dentro de la tienda, por miedo a que saliera y se encontrara con los coches circulando a gran velocidad. Con el cambio, añadía, la calle será más segura y será más fácil que los clientes aparquen cerca de las tiendas y por tanto compren.

No obstante, otros comerciantes aseguraban que las obras van a ser incómodas, y que el resultado final tampoco iba a ser de su agrado. Argumentaban que el sentido único no va a propiciar un mayor flujo de clientes, y que los aparcamientos, al ser de zona azul, no van a permitir un incremento de la afluencia de clientes porque, en su opinión, se llenarán en las horas punta y continuarán así las dificultades para atraer a clientes.

Sea como sea, los cambios siguen adelante. Ayer se modificaron algunos semáforos, se cambiaron señales y a última hora se tenía que iniciar el pintado de la señalización horizontal. Mientras, los conductores tendrán que ir acostumbrándose a las vías alternativas de salida. Una será por la calle Vila Juaneda, la cual ha invertido su sentido, y permite a los conductores desembocar en la avenida Mascaró Passarius (vía perimetral). La otra vía de salida discurre por una calle paralela al Camí de Maó, la calle Pere Martorell, hasta enlazar con Pere Cortès, seguir por la calle Lleida y salir a la Avenida Palma de Mallorca y a la rotonda del caballo.