Campo. Las organizaciones agrarias afirman que la bajada de precios repercutirá de forma indirecta en otros sectores

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Ángeles M. Obispo Maó
El campo de Menorca está en "situación crítica". La bajada de un 30 por ciento en el precio del litro de leche anunciada por COINGA, cuando los costes de producción han crecido un 40 por ciento, sumado al descenso de los precios de la carne y al previsible cierre de Kraft con la consiguiente amenaza para la supervivencia de las fincas proveedoras, y todo ello unido el retraso acumulado en las ayudas del Proagro de este año hacen "prácticamente inviable" el sector lácteo. Así de contundentes se mostraron ayer los responsables de AGRENA (Agropecuaria i Recursos Naturals de Menorca), Pau Bosch, y el secretario general de Unió de Pagesos, Antoni Moll, apenas tres días antes de la celebración este fin de semana de la Fira del Camp de Alaior, la cita anual del sector agropecuario de la Isla que llega "en un ambiente muy enrarecido", en palabras de Moll. Si bien ambas organizaciones agrarias descartaron ayer llevar a cabo acciones de protesta "contundentes" en la feria "porque no es el lugar" y "por respeto a los organizadores y expositores".

Ambos responsables recalcaron que alrededor de 120 de las 178 explotaciones ganaderas de la Isla, venden su leche a COINGA, (algo más del 60 por ciento de la producción lechera de Menorca), por este motivo, advirtieron que las continuas bajadas de precios no sólo repercutirán directamente en el sector lácteo, sino que también afectarán a otros sectores; cooperativas, talleres mecánicos y transporte.

Igualmente, denuncian que el coste de producción de un litro de leche en Menorca asciende a 0,40 céntimos debido a los costes de la insularidad, sin embargo COINGA quiere pagarlo ahora a 0,30, cuando, aseguran, el precio medio que se abona a los productores lácteos en el resto de España por litro de leche es de 0,32 euros. En este sentido, denuncian además que la industria está vendiendo ese mismo litro al consumidor a 0,92 céntimos. Por todo ello, piden explicaciones a COINGA, a la que exigen una gestión más "eficaz" y la búsqueda de nuevos mercados ya que, recuerdan, hace apenas un año esta empresa solicitaba más leche y más cuota láctea para Menorca.

Los responsables ganaderos también dan un plazo de hasta este fin de semana al Govern para que explique en el transcurso de la Fira de Alaior el motivo por el que el Ejecutivo autónomo concedió hace unos meses a Menorca Llet (en el que participan COINGA con el 49 por ciento del capital y la multinacional francesa CAPSA) un aval de dos millones de euros. También quieren saber si se pactó algún tipo de contraprestaciones por parte de la cooperativa como el pago de un "precio digno" a los productores. En el caso de no ser así, ambas organizaciones agrarias solicitarán al Govern la retirada del aval, además, no descartan la posibilidad de adoptar medidas de presión. "Si nos morimos, nos morimos todos.

La industria se debe salvar, pero nosotros también. No permitiremos que para que ellos se salven termine pagándolo el sector", apuntó Antoni Moll. Los márgenes de beneficio han caído y "la gente está muy nerviosa", añadió el responsable de Unió de Pagesos. No obstante, matizó que quien sube los precios de la leche es la industria y no el Govern. "La industria sabe que cuando baja el precio el Govern suele poner dinero de su bolsillo, por eso es fácil tomar esta medida", sugirió.

Quejas por el retraso en las ayudas del Proagro
El sector lácteo de la Isla también se muestra muy preocupado por el retraso que acumulan las ayudas del Proagro que este año contemplan una partida de 1,7 millones de euros para Balears, de los cuales 1,2 se deben destinar a las 178 explotaciones lácteas de Menorca. El secretario general de Unió de Pagesos, Antoni Moll, se mostró ayer convencido de que la mayor parte del proyecto ya ha sido aprobado por el Govern y sólo falta su publicación en el Boletín Oficial de les Illes Balears. No obstante, lamentó que a este ritmo, las solicitudes posiblemente no se empiecen a pagar hasta avanzado el verano. Esta circunstancia provocará, en su opinión, que los payeses recibirán en un solo año las ayudas de 2008 y 2009, una situación que no es novedosa pero que afectará fiscalmente al sector ya que deberá justificar dos importantes ingresos en poco tiempo.

Moll también se mostró partidario de que estas ayudas de carácter agroambiental que se abonan desde hace diez años se paguen a cada explotación en función de su producción y no por cabeza de ganado como se barema hoy día. En todo caso, aboga por un límite de 100 vacas. Asegura que algunas explotaciones de 500 y 400 reses reciben hasta 50.000 euros de subvención a través del Proagro, una cifra excesiva si se tiene en cuenta que se trata de una ayuda ambiental y estas explotaciones tributan un mayor número de purines y carecen de un sistema productivo en régimen extensivo basado en pastos y terrenos. En esta situación se encuentran aproximadamente una docena de explotaciones en Menorca.

Moll se muestra partidario de extender las ayudas del Proagro al resto de sectores ya que hoy día sólo beneficia a las explotaciones lácteas. Por su parte, el responsable de AGRENA, Pau Bosch se mostró partidario de que se mantenga el mismo baremo por vaca del Proagro de 2007, es decir el pago de 180 euros por cabeza.