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Autoficha

Me llamo Antonio Camacho Latorre y tengo 56 años. Nací en Jaén pero vivo en Es Castell. Estoy casado y tengo dos hijos. Llegué a la Isla por motivos laborales en 1970 y tengo un bar desde 2001. Mis aficiones son el tenis, el dominó, viajar y salir de copas con los amigos.

¿Cómo era su vida antes de llegar a Menorca?

Trabajaba en el campo en Andalucía. Mi hermano y yo nos enteramos que aquí en Menorca había mucho trabajo y decidimos probar suerte. Al llegar nos gustó mucho la Isla por su tranquilidad. Empecé en la construcción y, tras trabajar en un hotel de Punta Prima, me quedé de camarero. Al poco tiempo, mis padres y el resto de mis hermanos se vinieron a vivir aquí.

¿Cómo recuerda su época de camarero en los 70?

Imagínate, un chico joven en un hotel de camarero... muy bien, la verdad, fueron muy buenos tiempos. Me encanta estar de cara al público, poder hablar con la gente. Ésa es la parte que más me gusta de mi trabajo. Recuerdo que me ascendieron a jefe de bar y me enviaron a Eivissa. Estuve 19 años trabajando allí de temporada y en invierno volvía a Menorca, no cambio esta isla por la otra, prefiero la tranquilidad.

¿Cómo surgió el poder tener su propio negocio?


Mi cuñado tenía mi local actual cerrado y en venta. Opté por comprarlo y tengo que decir que me va muy bien, por suerte. No me arrepiento para nada de la decisión de haberlo comprado en su día, que fue en 2001. Es un trabajo con bastante dedicación, ya que abrimos de las 10 de la mañana hasta las 3 de la madrugada. Es un negocio familiar, lo llevo con mis hijos.

¿De qué manera les ha afectado la crisis?

La crisis en sí no nos ha afectado pero con las obras de la Explanada nos hemos sentido incomunicados. Yo veo mucho cemento y poca tierra. Habrá que ver más adelante cómo queda, pero no me convence. Tampoco veo normal que no pasen los coches por los laterales de una plaza tan grande. Hay que dar mucha vuelta cuando se podría pasar por el mismo lugar perfectamente.

¿Qué hay de sus famosos números en las fiestas de Sant Jaume?

Sí, sí... tengo que admitir que nos lo pasamos muy bien durante las fiestas. Nos gusta estar de cachondeo. Suelo subir a la barra a tirarle agua a la gente y me disfrazo. Un año fui de escocés y en otra ocasión me puse un tanga de leopardo... increíble pero cierto.

¿Algún personaje famoso que haya pasado por el bar?

Una vez vino Iñaki Gabilondo. Le dije "me suena su voz y su cara" y ya me dijo que era él. También estuvo tomándose una cerveza Josema Yuste.

¿A qué le gustaría dedicarse si no tuviese el bar?

Me encuentro tan feliz con mi trabajo que nunca me lo he planteado. Mientras me encuentre bien, seguiré trabajando. Aunque yo me adaptaría a cualquier tipo de profesión, lo que sea.