Ingenio. Los comercios se las apañaron como pudieron para seguir atendiendo a sus clientes durante la hora del apagón. - Cris

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Faltaban tres minutos para las seis y media de la tarde, cuando el centro de Ciutadella se quedó a oscuras. La zona comprendida entre Ses Voltes, Es Born, la Contramurada y la plaza de Ses Palmeres se quedó sin suministro eléctrico por la avería de un cable subterráneo que une dos transformadores, los conocidos como Sant Antoni y Dolores. El apagón cogió por sorpresa a muchos peatones que a esa hora recorrían el casco antiguo de Ciutadella.

Los comercios, evidentemente, se quedaron a oscuras, y sus responsables tuvieron que usar la imaginación para poder atender a sus clientes. Fue el momento en que velas y linternas salieron de los cajones para iluminar las relaciones con los clientes. Algunos comercios, no obstante, optaron por cerrar cuando vieron que la avería no se solucionaba de manera rápida. Si el problema se inició, según GESA, a las 18.27 horas, y afectó a 1.355 clientes, cuarenta minutos después, a las 19.07 horas, solamente quedaban 400 clientes sin suministro.

Estos desafortunados, ubicados en la plaza de la Catedral y parte de Ses Voltes, pudieron recuperar la electricidad cuando faltaban unos minutos para los ocho, con lo cual su aventura a oscuras se prolongó durante más de una hora.