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Los ocho patronos demandados por Mercè Rubió apelarán la sentencia dictada por el magistrado Carlos Javier García Díez en el procedimiento que ha dirimido la moción de censura que puso fin a la presidencia de la hija del promotor de la Fundació Rubió Tudurí Andrómaco. Tras reunirse para intercambiar impresiones, en un comunicado remitido a los medios, los patronos sostienen que respetan y acatan la resolución judicial pese a no compartirla, además de expresar su voluntad de centrar sus esfuerzos en que no se paralicen las labores que la entidad debe llevar a cabo mientras no recaiga sentencia firme. En su misiva, los miembros del Patronato que votaron favorablemente en la moción de censura -Josep Maria Quintana, Manuel Elices, Hipólito Mercadal, Bernardo Vidal Campomar, Miquel Àngel Limón, Emilio de Balanzó, José Antonio Matjí y José Miguel Vidal- mostraron, asimismo, su satisfacción por haber sido de-sestimada la demanda frente a ellos y porque el magistrado haya condenado a Rubió a pagar las costas correspondientes a esta demanda.

Los patronos añaden también que se han visto sorprendidos por el hecho de que la resolución haya ordenado la rehabilitación de la presidencia pero no les haya condenado a pagar las costas, así como porque el juez haya fundado su fallo en la nulidad de un artículo de los estatutos de la fundación, que fueron elaborados por una comisión de la que formaba parte la propia Rubió, y que se aprobaron por todos los patronos, fueron ratificados por el Protectorado e inscritos sin objeción en el Registro de Fundaciones de la comunidad.

El colectivo va más allá en sus reflexiones, al apuntar cuestiones relativas al funcionamiento democrático de entidades como la Fundació Rubió. "¿Cómo se puede administrar una fundación sin democracia interna?¿Cómo puede presidir y dirigir una fundación una persona que no tiene la confianza de la mayoría de sus patronos?", se preguntan.

Pese a las dudas, este sector mayoritario del Patronato hace suyas las manifiestaciones efectuadas por Josep Maria Quintana, quien ocupaba la presidencia desde la remoción de Rubió, en orden a la necesidad de seguir trabajando por la fundación. "Éste es un momento difícil que hemos de afrontar con serenidad y humildad a fin de reflexionar sobre el camino a seguir.

Un camino que retomaremos, sin duda, con voluntad de entrega y de servicio. La misma que hemos mantenido hasta ahora", sostienen.

El Protectorado esperará a la firmeza de la resolución

El Protectorado esperará a la firmeza de la sentencia para adoptar cualquier determinación respecto del artículo declarado nulo por el juzgador de instancia.

Así lo confirmaron a este diario fuentes de la Conselleria de Cultura, que expresaron su sorpresa porque un artículo de unos estatutos aprobados por unanimidad- "con el voto favorable de la demandante, la señora Rubió", puntualizaron estas fuentes- hubiera servido de fundamento a la demanda y al pronunciamiento judicial.

El Protectorado, que ejerce sus funciones con respeto a la autonomía de las fundaciones, no apreció ninguna ninguna ilegalidad en la modificación estatutaria impulsada por la Fundación Rubió en 2008, por lo que no planteó objeciones. "Nosotros entendimos la moción de censura como una figura relativa al relevo en la presidencia que nunca supondría el cese del patrono, pero si la interpretación de la sentencia se confirma nosotros lo acataremos y daremos constancia de la nulidad del artículo donde corresponda", explicaron estas fuentes.