Limpieza. Una barcaza que participa en la limpieza del Cós Nou deposita fangos cerca del Lazareto - Archivo

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Los fangos procedentes del dragado del puerto de Maó no tienen un efecto perjudicial sobre el medio marino, según el estudio ambiental encargado por Autoridad Portuaria de Balears (APB) y cuyas conclusiones se dieron a conocer ayer a través de un comunicado del ente público.

El estudio de caracterización de sedimentos en el puerto mahonés señala que la concentración de sustancias tóxicas o no deseables en los materiales que se pretenden dragar son de categoría I, lo que supone que sus efectos químicos y bioquímicos sobre la fauna y la flora marina son "nulos o prácticamente insignificantes y pueden verterse libremente al mar, aunque se han de considerar los efectos de naturaleza mecánica". Cuando la concentración de contaminantes es moderada (categoría II), el vertido debe ser controlado, y en la categoría III, cuando la concentración es elevada, los materiales deben ser aislados de las aguas marinas o recibir un tratamiento adecuado.

Autoridad Portuaria sale así al paso de las acusaciones realizadas por la organización ecologista GOB, que alertó de la toxicidad del fango y pidió que los elementos más nocivos extraídos con el dragado se depositen en un vertedero controlado. La dirección del puerto lamenta en su nota que "el GOB-Menorca oculte las conclusiones del estudio de caracterización de sedimentos del puerto de Maó, poniendo en cuestión, además, el rigor de la actuación de la Autoridad Portuaria y creando estados de alarma que carecen de fundamento". Añade que el organismo "sigue y seguirá escrupulosamente lo que la autoridad medioambiental competente dicte en cuanto a las actuaciones que se llevan a cabo en los puertos que gestiona".

Autoridad Portuaria encargó a una empresa externa la realización de un estudio sobre los fondos del puerto de Maó, de acuerdo con el protocolo de actuación establecido por el centro de estudios CEDEX, adscrito al Ministerio de Fomento. Dicho protocolo, homologado por la Unión Europea, se aplica en todos los puertos de interés general del Estado.El estudio forma parte de la información exigida en la tramitación medioambiental que se lleva a cabo para obtener los permisos de las obras de dragado de unos 235.000 metros cúbicos de material del fondo del puerto, previstas para este año.