Horas bajas. El sector no vislumbra la luz al final del túnel en 2010 - archivo

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El presidente de la Asociación de Empresas de la Construcción y Promotores de Menorca, Nicolás Bosch, afirma que existen casos de empresas que, debido a la urgente necesidad de trabajar para subsistir a la crisis económica, se ven obligados a iniciar obras días antes de que se les concedan las pertinentes licencias municipales, lo que demuestra que "los ayuntamientos se retrasan en exceso a la hora de concederlos, aunque es cierto que suelen hacerlo dentro de los plazos legales". Por esto, y con el fin de agilizar los trámites, los constructores reclaman mayor celeridad por parte de las administraciones. "No puede ser que para una licencia de obra menor tarden seis meses", lamentó Bosch, quien recordó que ya están lo suficientemente mal las cosas en el sector como para que existan trabas administrativas.

El presidente de la asociación que agrupa a los constructores en el seno de PIME Menorca hace esta reflexión, al hablar de las perspectivas del sector para 2010, una vez comprobado que la cantidad de proyectos de viviendas visados en Menorca durante el año pasado se redujo en un 54,2 por ciento, lo que supone un consiguiente descenso en el número de obras a iniciar por parte de las empresas de construcción durante el presente ejercicio. En este sentido, Bosch explica que "unas empresas están cerrando y otras están poniendo obreros en el paro para no cerrar.

Están reduciendo personal, quedándose con lo justo para ir tirando".Por otro lado, el representante del sector afirmó que "el 80 por ciento de las empresas empieza los trabajos en un plazo máximo de dos semanas desde que se le encarga", lo que demuestra los pocos trabajos que tienen en lista de espera y, a su vez, se trata de intervenciones breves y de poco presupuesto. "También hay mucha gente que quería hacer obras pero que han echado atrás encargos que ya se habían hecho. Así esperarán a que mejoren las cosas", comenta, algo que perjudica a los profesionales de la construcción.

Relacionado con los precios que se están cobrando, Nicolás Bosch asegura que "dependiendo del tipo de obra, el descenso es de entre un 20 o 25 por ciento sobre unos precios que ya eran bajos. Me asusta que, con tal de trabajar, las empresas estén aceptando encargos a unos precios que no les sirven ni para cubrir gastos. Son bajadas temerarias", asegura.

Las previsiones de Bosch para 2010 son pesimistas. "En 2009 todavía teníamos la ilusión de poder sobrellevar la crisis y superarla de algún modo, con algunos trabajos. Pero este año será peor, porque no queda ilusión, no hay perspectivas de mejoría, no hay obra nueva, sólo algunas reformas pequeñas. En 2010, sálvese quien pueda", avisa, a la vez que confiesa que "hasta ahora no habíamos querido dar muestras de nuestro pesimismo para no desmoralizar, pero el panorama es negro", por lo que ya no pueden esconderlo.

"Queremos que los políticos escuchen más a los profesionales, que somos los que sabemos cómo está la situación".En cualquier caso, desde la Asociación de Empresas de la Construcción y Promotores de Menorca, opinan que "quien más nota la crisis son los industriales, los instaladores, carpinteros, electricistas... Son los que realmente están parados", confiesa Bosch.

Plan E

El presidente de la asociación de constructores no cree en los beneficios del Plan E puesto en marcha por el Gobierno, al menos en lo que se refiere a la reducción de las listas del SOIB. "Sirve para sacar a gente del paro y que muchas veces no tiene experiencia, pero a la vez se está dejando sin trabajo a gente válida que hay en las empresas pequeñas que no pueden optar a los proyectos del Plan E", refiriéndose a la convocatoria de 2009.

En cuanto al Plan E para 2010, Bosch considera que "los proyectos aprobados son pequeños, de corta duración y de presupuestos bajos. Beneficiará muy poco a las empresas".

Además, según él, las constructoras que durante el año pasado dejaron trabajadores en el paro no podrán optar a los proyectos volviendo a contratar a esos obreros porque el Plan E obliga a que lleven por lo menos un año en paro.