Predio. La finca de Torralbenc Vell, en el municipio de Alaior, dedicada al cultivo de la vid, con las casas prediales al fondo - Javier

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El presidente de la Asociación de Productores y Elaboradores de Vino de Menorca, Lluís Casals, consideró ayer "una lástima" que se puedan escapar de la Isla proyectos como el promovido en la finca Torralbenc Vell para albergar unas bodegas de diseño, aunque afirmó desconocer si la propuesta reunía "todos los requisitos" legales. "Si existe alguna deficiencia, ya que hubo una sanción, entonces las dificultades son mayores", señaló Casals, quien aseguró que, al margen del caso relatado por el arquitecto Jesús Manzanares, los procesos para conseguir la autorización de los viñedos y sus instalaciones "son muy largos".

Según el presidente de la asociación de viticultores y empresario de las bodegas s'Hort de Sant Patrici, "algunas restricciones se tendrían que valorar y modificar, ya que no afectan al fondo del Plan Territorial Insular (PTI) y sin embargo ponen cortapisas a un desarrollo rural alternativo, algo nos está fallando", añadió.

De la misma opinión es su antecesor en el cargo. El que fuera presidente de los productores de vino menorquines entre 2006 y 2009, Andrés Martínez Jover, de las bodegas Vinya Sa Cudia, declaró ayer que "plantar viña es un proceso administrativamente muy difícil para todos" y recalcó que el PTI "ha marcado una serie de restricciones que las estamos cumpliendo todos, poner en marcha cualquier proyecto en Menorca es difícil, pero todos tenemos que cumplir la normativa".

Inversiones limitadas

El empresario vinícola aseguró que dicha complejidad burocrática encarece la producción en la Isla y desanima a los inversores de fuera. "Mi reflexión es que estamos muy orgullosos del PTI pero hay que asumir que nuestras normativas son muy restrictivas", manifestó Martínez Jover, "y cuando llegan inversores de fuera y el proyecto, en el que tienen ilusión, se atasca, no aguantan, se cansan, sólo aguantamos los de aquí, porque queremos el terruño".

Para este viticultor, uno de los impulsores de la plantación de vid en la Isla, la consecuencia negativa de esos largos procesos administrativos es que "hay que asumir que desaniman a muchos inversores de fuera y que los de aquí tienen una capacidad inversora más pequeña y limitada".

En cuanto al proyecto en sí, diseñado por el arquitecto Jesús Manzanares para Torralbenc Vell, Martínez Jover subrayó que, como presidente de los viticultores se preocupó de que la plantación se inscribiera oficialmente en el registro del Consell, "y sé que lo hicieron", aunque con menos superficie de la prevista inicialmente, que era de 15 hectáreas. Según Martínez Jover, la asociación no llegó a conocer al grupo empresarial que promovió el proyecto, ya que tampoco se integró en la entidad. "Yo me interesé porque tuvieran toda la información sobre los derechos de plantación", afirmó.

No obstante, su opinión personal de la iniciativa es que "el proyecto implica que Menorca tiene un sitio en el mundo del vino". "Yo creo que estamos en una etapa de concentrarnos mucho en el campo, en la calidad del vino y no tanto en lo que rodea al mundo del vino, e irán llegando más proyectos como este", afirmó el viticultor, a la vez que admitió que "a los empresarios que están aquí les gustaría impulsar un proyecto así, aunque mi sensación es que en este caso el proyecto del campo no era lo más importante" o al menos, matiza, en Torralbenc Vell la idea fue desarrollar todo al mismo tiempo, viñedos, bodega y oferta de alojamiento.
Algunos productores no cuentan con bodegas propias o "en mi caso, la tengo en una boyera", señaló el propietario de Sa Cudia.