Visita. Los responsables de FCC Luis Fernández, jefe de servicio y Pau Martí, director de la delegación en Balears junto a Tur y Petrus - Javier

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El Ayuntamiento de Maó, a través de la empresa concesionaria del servicio de recogida y limpieza FCC (Fomento de Construcciones y Contratas) ha declarado la guerra contra los excrementos caninos que minan algunas calles de la ciudad. El alcalde de Maó, anunció ayer que se incrementarán los trabajos de limpieza en las calles más problemáticas, como Boja Moll y las situadas en la cornisa del Paseo Marítimo, en el entorno del Hotel Mirador. También advirtió que aumentarán los controles y la vigilancia por parte de agentes de la Policía Local para sancionar a los propietarios de mascotas que demuestren comportamientos incívicos. Tur hizo estas declaraciones durante la visita que realizó ayer a las instalaciones de FCC en el Polígono de Maó, junto a la concejala de Ciudad y Medio Ambiente, Gari Petrus.

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Curiosamente la calle Borja Moll es la única de Maó que cuenta actualmente con un "pipi-can" sin embargo, a determinadas horas de la mañana y de la tarde, la calle asemeja más a un "campo de minas" ofreciendo una deplorable imagen que el Ayuntamiento pretende erradicar con la instalación en esta arteria de la ciudad de papeleras y bolsas para la recogida de excrementos, medida que se extenderá a otras zonas de la ciudad. Al respecto Tur, recordó que a través de la Agencia Local 21 el Ayuntamiento ya ha puesto a disposición de la ciudadanía este tipo de bolsas y, ante este nuevo esfuerzo municipal por mejorar la ciudad, el regidor reclamó mayor respecto al mobiliario urbano.

El Consistorio proyecta igualmente la construcción de un nuevo "pipi-can" en la barriada de Ses Vinyes y pretende concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de mantener la higiene urbana y la necesidad de acabar con los malos hábitos que dan mala imagen. No obstante, Tur recalcó que Maó no es más sucia que otras ciudades y destacó el "equilibrio" en limpieza que existe en las diferentes barriadas. "No quiero decir que estemos al cien por cien contentos, porque nos preocupan zonas concretas", dijo. Actualmente, la plantilla de FCC en Maó está compuesta por 40 trabajadores que se reparten entre el servicio de recogida y limpieza. La empresa cuenta con tres barredoras, siete vehículos del servicio de limpieza, otro de agua a presión y con varios camiones para la recogida de basura. La actual concesión del servicio de limpiezas se firmó por un período de ocho años (2004-2011) con un presupuesto que asciende a 2,1 millones anuales.