‘Esmeralda’. El proyecto de construcción de 166 pisos continúa, a pesar de las discusiones - Archivo

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Joan Triay entiende que el Plan General de Ciutadella es muy claro en la delimitación de la superfície máxima de los sótanos de los bloques de viviendas, y añade que es claro tanto ahora como antes, rebatiendo de esta manera las declaraciones de la promotora del solar del "Esmeralda", que aseguraba ayer que la interpretación de los criterios urbanísticos había variado con la entrada del nuevo equipo de gobierno y manteniendo que el Plan General permite una doble interpretación en relación a la ocupación máxima de una parcela y de la planta sótano. De esta manera, Triay entiende que cuando se concedió la primera licencia del proyecto, en 2008, no se respetaron los máximos permitidos por el Plan General, y por ello avisa que si la adaptación del proyecto acaba suponiendo algún coste patrimonial para el Ayuntamiento de Ciutadella pedirá responsabilidades a los técnicos que avalaron la concesión de esta primera licencia.

Triay explica que el artículo 73.2 del Plan General especifica que la planta sótano de una edificación no puede superar la ocupación máxima de la parcela. Y para determinar cuál es la ocupación máxima del solar del "Esmeralda", el Plan General le concede la clave 13A, para las cuales la ocupación máxima de la parcela es del 50 por ciento. "¿Cómo se puede interpretar de maneras diferentes el 50 por ciento?", se pregunta Triay, quien recuerda que la licencia original permitía una planta sótano superior a los 7.000 metros cuadrados, cuando el solar tenía 9.700 metros en total. "¿Cómo se pueden equivocar dos técnicos diciendo que la mitad de 9.700 son más de 7.000?", interpela.

Paralización
Triay recuerda, además, que Unió des Poble de Ciutadella de Menorca (UPCM) no solicitó en ningún momento que las obras se paralizaran en su totalidad, sino que se dejara de excavar la parte que, en su opinión, excedía de lo permitido por el Plan General. En este sentido, el concejal recuerda que retiraron esta petición cuando la alcaldesa de Ciutadella, Pilar Carbonero, les comunicó que la propia promotora había aceptado no trabajar en la parte cuestionada hasta que no se llegara a una solución del problema.