Pleno. Aunque Borràs y los ‘populares’ se enfrentaron en diversos puntos, éste se aprobó por unanimidad - Gemma

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Cuando todavía no se tiene conocimiento de si la Casa Real aceptará o no la herencia de Juan Ignacio Balada, el Consell dio ayer un paso para conseguir que Menorca pueda disfrutar de uno de los principales bienes que la integran, la Farmacia Llabrés. El Pleno de la institución insular aprobó por unanimidad una propuesta para que se solicite a la Casa Real y al Govern que se destine parte de la herencia a la restauración de este inmueble singular y se le dé un uso público que permita a residentes y visitantes su contemplación y disfrute.

La iniciativa, introducida en la sesión extraordinaria con carácter de urgencia, partió del departamento de Cultura, Patrimonio, Educación y Juventud. Su responsable, Joan Lluís Torres, hizo hincapié en el "gran valor histórico" del inmueble, declarado bien catalogado en septiembre de 2008, y en su condición de "testimonio del Modernismo". En este sentido, la propuesta destacaba la belleza de las vidrieras policromadas decoradas con motivos propios de este estilo artístico y su valor, "reconocido desde hace tiempo al ser recogida [la farmacia] en los estudios sobre el Modernismo en las Baleares".

En cualquier caso, las argumentaciones sobraron y, pese a que en la Comisión Informativa el Grupo Popular se abstuvo, el Consell formó piña en torno a la iniciativa, que queda pendiente de cómo se solucione la transmisión del legado de Balada.