Reunión. El secretario general del PSOE, Marc Pons, saliendo ayer tarde de la sede del partido en Maó - Javier

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Socialistas y nacionalistas dejarán aparcadas sus diferencias en el pacto de gobierno insular hasta después de Semana Santa, para cuando se prevé un encuentro entre las direcciones del PSOE y el PSM. El objetivo será resolver el nuevo enfrentamiento surgido a raíz de la política urbanística en Sant Lluís y la declaración en los juzgados de la consellera Antònia Allés. El PSM decidirá después de esa reunión entre ambos partidos si pide la creación de una comisión de investigación en el Consell, dedicada a estudiar lo ocurrido con el expediente relativo a las Normas Subsidiarias de Sant Lluís y el litigio abierto entre el Consistorio y la institución insular, aunque el vicepresidente, Damià Borràs, aseguró ayer estar convencido de que "no será necesario, bastará con sentarnos y repasar todo ese proceso de tramitación administrativa".

Después del paréntesis del fin de semana y de la llamada al trabajo conjunto por parte del presidente del Consell, Marc Pons, los ánimos se han serenado pero no hay cambio de postura por parte del PSM, molesto por la actitud hacia su secretaria general, Antònia Allés. Así lo manifestó ayer el conseller y miembro del Secretariado Ejecutivo de los nacionalistas, Joan Lluís Torres, quien junto con la consellera de Economía mantuvo una reunión con el presidente Marc Pons y consellers socialistas.

El equipo de gobierno se había reunido previamente en el Consejo Ejecutivo que celebra cada lunes y que llegó marcado por las tensiones vividas entre los socios la pasada semana.

Los consellers nacionalistas solicitaron explicaciones convincentes sobre por qué no se informó a Allés, miembro del Ejecutivo insular, de que había sido citada a declarar como testigo en el contencioso con el Ayuntamiento de Sant Lluís, cuando la prueba había sido requerida por el Tribunal Superior de Justicia de Balears en julio de 2009.

Sobre la mesa continúa asimismo la retirada del recurso interpuesto por el Ayuntamiento contra el Consell, cuya suspensión por un plazo de 60 días firmó el pasado jueves el alcalde, el socialista Llorenç Carretero.

También en Sant Lluís está pendiente un encuentro entre las agrupaciones locales de ambos partidos. La concejala del PSOE y responsable de Hacienda, Carol Marqués, señaló ayer que "nada se ha paralizado en la gestión municipal".

La Comisión Ejecutiva Insular del PSOE también se reunió ayer tarde en la sede de Maó. Era uno de los encuentros mensuales de la dirección del partido en el que resultó inevitable que se hablara de la reacción del PSM, ante el proceso relacionado con las Normas Subsidiarias de Sant Lluís y la declaración judicial de Antònia Allés.

Según declaró el dirigente Damià Borràs, en esta reunión el secretario general, Marc Pons, explicó la situación vivida la semana pasada y se realizó un análisis de las relaciones con los socios del pacto, el PSM.

Pons recibió el apoyo de sus compañeros de partido para seguir adelante "en la línea de poner por encima el interés general del Consell y el proyecto político", resaltó Borràs, quien añadió que "es lo que esperan los ciudadanos".