Lazareto. Las instalaciones construidas en el siglo XVIII, cuya titularidad es del Ministerio de Sanidad, están vetadas a los menorquines - Archivo

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El Lazareto es desde hace años residencia veraniega exclusiva para los funcionarios del Ministerio de Sanidad, actual titular de unas instalaciones que permanecen vetadas para los menorquines. Y precisamente ahora, cuando cada vez son más las voces que exigen la reversión del Lazareto a las instituciones insulares se descubre que sus dependencias tienen una capacidad para acoger cada verano hasta un millar de personas, según revela la memoria 2009 de la Oficina de Turismo de Es Castell. El Lazareto se descubre como un coto privado en los meses de junio, julio y agosto para 1.000 privilegiados "turistas" a los que se suman otras 200 personas que se alojan en sus habitaciones coincidiendo con la celebración en este recinto de la Escola de Salut Pública de Menorca durante el mes de septiembre.

Para la responsable de Turismo de Es Castell y presidenta de UMe, Irene Coll, este privilegio funcionarial no sólo es un anacronismo sino que además tiene una importante repercusión económica en el resto de la Isla, al representar una pérdida de ingresos. "Hemos averiguado que los funcionarios pagan por 16 días en pensión completa, incluidos los traslados en barco a la Isla aproximadamente 300 euros, cuando el resto de personas ni siquiera pueden ir", comenta.

"No estamos en contra de los funcionarios, pero sí queremos que el Lazareto se abra a todo el mundo que quiera disfrutar de su patrimonio se convierta o no en un parador", añade, al tiempo que denuncia el "secretismo" que rodea todo lo relacionado con el Lazareto. Según Irene Coll, el funcionario que se aloja en el Lazareto, apenas deja riqueza en Es Castell ni en el resto de la Isla, una cuestión que debería ser analizada en profundidad. De hecho, asegura que la gestión de las citadas instalaciones por parte de una institución menorquina permitiría al menos que los ingresos económicos pudieran permanecer en la Isla y no terminar en manos del Ministerio de Sanidad.

Coll destaca además que la mayoría de las quejas de los turistas recogidas en la memoria 2009 de la Oficina de Turismo de Es Castell son por no poder visitar la isla del Lazareto. Al parecer, muchos turistas se mostraron sorprendidos y extrañados por el privilegio del que gozan sólo unos cuantos funcionarios, e incluso más de un turista despistado tuvo que ser desembarcado de la barcaza que une este municipio con la Isla. Para él estaba vetado el Lazareto a pesar de ser de titularidad pública. Coll considera "lamentable" que a día de hoy, cuando Govern, Gobierno Central, Ayuntamiento de Maó y Consell tienen el mismo color político, que ningún responsable haya defendido la reversión a los menorquines de las instalaciones. "Durante cerca de 20 años se ha defendido un parador nacional en el Lazareto, pero cuando el PSOE o el PP llegan al gobierno nadie hace nada.

No es que estemos a favor de un parador, pero habida cuenta del uso que ya tiene debería estar abierto a todos", señala. Coll también tacha de "lamentable" el hecho de que el senador por Menorca y ex alcalde de Maó, Arturo Bagur, "perfecto conocedor de la situación" no haya hecho nada al respecto. En este sentido, recuerda que UMe, como miembro de la coalición por Europa, presentará en las próximas semanas en el Senado, a través de Convergencia y Unió, una proposición no de ley para revertir la gestión del Lazareto a las instituciones insulares.

La responsable de UMe recuerda además que esta formación ya ha recogido 3.000 firmas en la campaña iniciada el año pasado para facilitar el uso y disfrute del Lazareto para los menorquines. Coll añadió al respecto que el grupo de Facebook que reivindica el uso público de las instalaciones ya cuenta con 1.043 miembros.