Mayte Castillejo - M.C.

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Autoficha
Me llamo Mayte Castillejo y tengo 24 años. Estoy soltera y trabajo de profesora de Educación Especial. Me gusta todo lo relacionado con el baile, en especial el aerobic y el flamenco. Llevo 19 años bailando con los cuadros de baile de la Casa de Andalucía. De hecho soy la más veterana. También me gusta el fútbol, aunque no lo juego. Yo soy de la Isla, mi padre es cordobés y mi madre gallega.


¿Cómo nace en usted el gusanillo por el arte flamenco?

Mis padres me dicen que casi no caminaba cuando me subían a la mesa y ya bailaba. Yo creo que esto del baile lo tienes que llevar dentro. Si no te gusta, no transmites nada a quienes te miran. Con cinco años me apuntaron a la Casa de Andalucía y allí estoy después de 19 años.

Comenta que esto del baile lo tiene uno que llevar dentro. ¿A pesar de no ser andaluza?

Creo que el hecho de que mi padre sea de esa tierra me ha ayudado bastante. La música gallega también me gusta, pero no la sé bailar. Enseguida le doy ritmo cuando escucho música. Mi padre me solía decir que tenía mucha gracia, pero cuando me veo bailando de más pequeña me doy cuenta de que ahora soy mucho más gitana, que mi baile es más puro, más de la tierra, me pongo más en el papel. La mayoría de las niñas que bailan en los cuadros tienen algún familiar andaluz pero no significa nada. Si lo llevas en la sangre puedes ser un buen bailarín.

También es profesora de baile en la Casa de Andalucía, ¿verdad?

Doy clases a los cuadros de baile Caireles, Alegría y al grupo de iniciación. Este año empezamos con niñas de cuatro años, aunque yo creo que la mejor edad es a los cinco. Tengo en total casi 30 bailarines. A su vez, yo bailo y entreno con el grupo de las mayores, el cuadro Semblanza. Los tres grupos juntos se llaman Amor. El nombre se lo pusimos en honor a una compañera, Ana María Ortega Rubio, que murió.

La gente suele relacionar las sevillanas con el flamenco, pero no es exactamente lo mismo. ¿Qué los diferencia?

Las sevillanas son el baile más típico, es un baile más divertido, de ferias, mientras que el flamenco es mucho más pasional, el bailarín tiene que sentirlo mucho más. En las sevillanas, ya con la musiquilla atraes al público, mientras que en el flamenco tienes que ser tú quien transmitas la pasión.

Supongo que la vestimenta es una parte importantísima de una actuación.

Sí, porque al montar un baile debes pensar qué tipo de vestuario es el más adecuado. También son muy importante en un baile las ganas de aprender, de transmitir, el estar motivada.

¿Algún deseo para una gran bailarina?

Me gustaría que artistas de fuera vinieran a hacernos cursos para aprender más sobre el baile. Actuar con Canales fue un momento de gloria. Y también me gustaría que el día de mañana se sigan acordando de nosotras, que nos tengan en el recuerdo porque realmente creo que todas hemos aportado nuestro granito de arena. En verdad somos la esencia de la Casa de Andalucía.