"Me gusta sentir las caras del público desde el escenario"

¿Cómo pasaste de trabajar entre bastidores a subirte a un escenario?
Yo estudié un grado superior de Imagen y Sonido, y me dedicaba a la edición y montaje de vídeo. Pero hice un parón en mi vida por cuestiones personales. Cuando volví a la actividad, me compré un micrófono, lo conecté al ordenador y me puse a cantar. Por probar. Entonces un amigo que trabajaba en hoteles haciendo espectáculos de entretenimiento me dijo que había una plaza vacante. Faltaba alguien en un grupo que cantaba en directo canciones de diferentes artistas populares.

¿Como superaste el miedo escénico?
Saliendo al escenario. Poco a poco te vas conectando con el público. Lo vas sintiendo cuando ves sus caras. La gente se cree que trabajar en hoteles es fácil, pero no lo es. Porque cuando uno se va al teatro o a un concierto, uno está pagando por ello, pero a los turistas que están en hoteles hay que llamarles la atención para que se queden y no se vayan a cualquier otro lugar.

¿Cuándo empiezas a preparar tu propio espectáculo?
Ese primer verano. El espectáculo con el grupo no duró mucho porque empezamos a prepararlo quince días antes de la temporada alta, y no funcionó. Entonces decidí empezar por mi cuenta.

A lo Juan Palomo, ¿no? Yo me lo guiso, yo me lo como.
Pues sí. Siempre me había gustado la idea de jugar entre la ficción y la realidad, y colocar una pantalla detrás de mí me permite hacer este juego. Yo misma he editado los vídeos para que cuadren con mi interpretación, y me dé tiempo de entrar y salir del escenario para cambiarme y caracterizarme de aquel personaje que vaya a interpretar en cada momento.

¿Cuántos personajes interpretas en tu espectáculo?
Ocho. Hago de Amy Winehouse, Liza Minelli, Miguel Bosé, y personajes inspirados en música de Marvin Gaye, Donna Summer, o películas como Full Monty, o Bar Coyote.

¿Con cuál de ellos te quedas?
Me gustan todos. A Amy igual le tengo un poco más de cariño porque fue con el que empecé, pero también me gustan los que he creado yo, porque me salen más espontáneos y no hay ningún referente al que puedan compararme.