Unidos. Los integrantes de la agrupación socialista de Sant Lluís afirmaron no comprender las acusaciones de sus socios econacionalistas - Javier

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La agrupación local del PSOE de Sant Lluís ha decidido no aceptar el ultimátum lanzado por PSM-Verds y así lo manifestaron sus integrantes ayer, en una comparecencia ante los medios en la que, por primera vez desde que se inició el conflicto con los socios de gobierno, estuvo presente el alcalde, Llorenç Carretero, quien aseguró que su partido trabajará para "reconducir la situación".

Una crisis municipal, con efectos en el pacto de gobierno entre PSOE y PSM-Verds en el Consell, que estalló con la declaración como testigo en los juzgados de la consellera nacionalista Antònia Allès, citada a raíz del contencioso urbanístico que mantiene el Ayuntamiento de Sant Lluís contra la institución insular.

Según expusieron Llorenç Carretero y Carol Marqués, miembro de la dirección insular del PSOE y teniente de alcalde en Sant Lluís, el pleito –actualmente en suspensión– no se retirará de forma definitiva hasta que el Consistorio no cuente con las garantías jurídicas de que no se verá perjudicado por dicha decisión. Mientras tanto, los socialistas de Sant Lluís reclaman 'seny' y responsabilidad a sus socios en el gobierno municipal.

Aseguran, en un comunicado hecho público anoche en la sede local del partido, que "siempre hemos estado y estaremos abiertos a llegar al acuerdo que recoge el pacto", pero con un análisis previo, técnico y jurídico, que garantice "por encima de todo los intereses municipales; eso no se puede hacer en 15 días cuando no se ha hecho en tres años", concluyen.

Consecuencias
Los efectos concretos de la retirada del contencioso para el Consistorio de Sant Lluís siguen sin concretarse. Según los socialistas, "queda un trabajo de análisis conjunto sobre las posibles consecuencias que se puedan derivar de la aprobación en su día de las prescripciones" a las Normas Subsidiarias del municipio por parte del Consell. Un análisis que, en una primera etapa es municipal pero en el que también deberá implicarse el Consell, según consideran los socialistas.

Es un trabajo que, pese a que el mandato encara su recta final, todavía no se ha realizado, aunque tanto Marqués como Carretero subrayaron que PSOE y PSM-Verds han colaborado sin problemas hasta el momento para encauzar las cuestiones urbanísticas en el municipio. El comunicado señala que "las prescripciones tienen ya poco valor, porque se han visto superadas por las propuestas actuales", es decir, por la adaptación de la normativa al Plan Territorial Insular. Asimismo el PSOE recuerda que "todo el equipo de gobierno", incluido el grupo PSM-Verds, que dirige el área de Urbanismo, "era consciente de la no suspensión o retirada del contencioso".


La piscina "era un elemento más" del acuerdo con Binibeca Club
El alcalde Llorenç Carretero se refirió al Binibeca Club Hotel y la piscina demolida en el complejo, que se ha convertido en el centro de la controversia sobre las Normas Subsidiarias cuando, según el edil, "no es ésa la problemática". Carretero recordó que la piscina "era un elemento más del acuerdo con la propiedad" y la licencia, recordó, se concedió con una "condición suspensiva" y sin derecho a indemnización. "Pero el convenio incluía más cosas", afirmó el alcalde, como el ajardinamiento realizado por la empresa o la renuncia a una planta de aprovechamiento y uso comercial. Carretero aseguró que se equivocan quienes quieren personalizan y le acusan de la crisis. "Es una lectura simple, las decisiones las tomaron órganos elegidos democráticamente", afirmó.