PLENO. La discusión sobre la polémica de Son Quim, adelantada por este periódico, provocó intervenciones muy duras - CRIS

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El de ayer fue uno de los debates más tensos de los últimos meses en el Salón Gótico del Ayuntamiento de Ciutadella. El motivo fue la propuesta del PP de crear una comisión de investigación para esclarecer el retraso de un año por parte de la alcaldesa Pilar Carbonero en firmar un decreto que obligaba a la sociedad Carretero-Comella SL, participada por el compañero de partido de la alcaldesa Josep Carretero, a pagar 20.000 euros. De la propuesta inicial se pasó finalmente a una comisión más amplia que, a propuesta de la alcaldesa, investigará Son Quim pero también los expedientes de otros comercios instalados en suelo rústico.

Para la concejal del PP Antònia Gener esta decisión de la alcaldesa "sólo pretende tapar y diluir su responsabilidad, que la tiene, en este tema, y un presunto trato de favor". Carbonero admitió su retraso en la firma, pero contestó al PP hablando de dos facturas emitidas por una empresa supuestamente relacionada con el caso Gürtel que presentó dos pagos por el mismo concepto a cargo una del Ayuntamiento y otra de la Fundació Ciutadella Cultura cuando gobernaba el PP. "Son hechos objetivos", concluyó Carbonero.
Esta afirmación molestó profundamente a Antònia Gener, quien esgrimió que "nunca hubiera pensado que actuaría de una manera tan rastrera y carroñera para intentar desacreditar al PP". Para la edil popular, "no sabe cómo explicar el trato de favor hacia Carretero, y por eso iniciará una persecución contra unos ciudadanos [los titulares de los otros comercios que se investigarán] que nada tienen que ver con los hechos de Son Quim".

La concejal conservadora, en un tono airado, también criticó la afirmación anterior de Carbonero en la que había asegurado que había tardado tanto en tramitar el expediente "porque se trata de temas en los que quiero andar con pies de plomo". Para Gener, "usted no tenía que revisar nada porque los informes estaban concluidos. ¿O es que tenía instrucciones directas de su superior, quien había afirmado públicamente que no quería pagar esa cantidad?".

El debate, tenso y extenso, se calentó también cuando la alcaldesa tumbó la propuesta del PP de ostentar la alcaldía de la comisión, y se la cedió al concejal de UPCM, Joan Triay. Carbonero argumentó que "la señora Gener y el señor Carretero se han carteado a través de los medios de comunicación, y sería más transparente que la presidencia fuera para Joan Triay". Un criterio que Gener discutió, y propuso como alternativa, no obstante, que la presidencia fuera para su compañera de partido, Juana Mari Pons, algo que ni se votó. Al Grupo Mixto, la elección de Triay tampoco gustó nada. Su portavoz, Antònia Salord, consideró que "vista la experiencia en otras comisiones, no existen garantías de transparencia con la presidencia del señor Triay", y fue más allá, asegurando que "todo Ciutadella sabe que la señora Carbonero y el señor Triay son como gemelos, puesto que la primera no da un paso sin que el otro lo consienta. Flaco favor hacen si otorga la presidencia a quien es el alcalde de facto", concluyó.

Triay contestó defendiendo que él no es parte del gobierno, y criticando al Partido Popular por "querer que ciertas cosas no se investiguen, ¿temen algo?". El concejal de UPCM compartió, no obstante, con el PP, la percepción de que Josep Carretero "debería haber pagado ya los 20.000 euros, puesto que como dice el dicho, la mujer del césar no sólo debe ser honrada, sino también parecerlo".

En el debate sobre esta comisión, destacó el silencio del PSM, que no intervino en la hora larga en que se discutió este punto.

Tensión hasta el final

La sesión plenaria de ayer noche acabó no sólo con la tensión del debate de Son Quim, sino con la indignación del PP y del Grupo Mixto. La de los populares por el resultado de la comisión de investigación que ya no podrá llamarse de Son Quim, sino que será más amplia. El Grupo Mixto protestó airadamente por no poder discutir sus propuestas porque, según se quejaron a la alcaldesa al final del pleno, ya fuera del Salón Gótico, "nuestras propuestas son las primeras que se registran cada mes, y en cambio siempre van las últimas en el orden del día". Ayer se quedaron sobre la mesa propuestas sobre los taxistas o a la presencia policial.

Sevillanas, taxistas y policías

El de ayer no sólo fue un pleno tenso, sino que también fue de lo más variopinto. Pocos minutos después que se iniciara la sesión, se oyeron castañuelas en las afueras del Salón Gótico y "olés". Los organizadores de la Feria de Abril, que este año no se celebrará en Ciutadella, quisieron protestar por esta situación bailando sevillanas por el centro de Ciutadella y después en las puertas del Ayuntamiento. El pleno tuvo que detenerse unos minutos para atender su protesta.

Pero es que ayer las butacas del Salón Gótico estaban repletas. El colectivo de taxistas ATIC presenció toda la sesión esperando inútilmente que un punto que les afectaba fuera discutido por los políticos. Además, un colectivo de policías también aguantó el debate esperando que un tema referido a este cuerpo, pero fue retirado del orden del día. Y luego estuvieron también en la repleta sala los simpatizantes de partidos políticos, y algunos de los hermanos Carretero.