PRESIDENTE. Cristóbal Torres, contemplando el puerto interior y el amplio espacio que se liberará con la salida de las navieras - LLAC

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El puerto de Ciutadella vive tiempos de impasse. Pendiente de que entre en funcionamiento el dique exterior, la bahía ciutadellenca está pendiente de reordenar su futuro, aunque también hay muchos cabos del presente aún sin atar. Por ello, la nueva junta directiva de la Associació d'Usuaris del Port de Ciutadella ha asumido con fuerza el timón de su más de centenar de socios, dispuestos a hacer oir su voz y, sobre todo, de colaborar con las administraciones competentes para mejorar la bahía.El nuevo presidente de la entidad, Cristóbal Torres, entiende que la voz de los usuarios debe ser oída y, sobre todo, escuchada, puesto que ellos son quienes mejor conocen el puerto en detrimento, a veces, de unas decisiones tomadas desde los despachos de Palma sin pisar el terreno afectado, explica. Uno de los problemas que actualmente figuran sobre la mesa es la situación de total incertidumbre que viven unos cincuenta usuarios de amarres, al no recibir ninguna notificación de Ports para que abonen el importe correspondiente al precio del amarre del pasado año.

AMARRES INCIERTOS
La historia es compleja. Primero, cabe explicar que la titularidad de un amarre viene condicionada por la persona que lo posee, pero también por la embarcación de ese mismo titular. Es decir, la embarcación y el amarre tienen que figurar a nombre de la misma persona, y en el caso de que se cambie la embarcación debe constar en los papeles del amarre. Ésta es la teoría, puesto que, según explica la Asociación, en los últimos años muchos propietarios de amarres habían cambiado sus embarcaciones, para adquirir otras mayores o más modernas, y habían solicitado a Ports que el cambio constara también en la documentación del punto de amarre. La respuesta, aseguran, fue que más adelante ya se realizaría la tramitación, o incluso que ésta no sería necesaria. El año pasado, no obstante, a unos cincuenta propietarios de amarres no se les pasó el recibo. No es que no lo pagaran, explican los usuarios, sino que simplemente no se les dio la oportunidad de pagarlo, cosa que ahora les deja, aseguran, en un estado de indefensión, puesto que Ports podría en cualquier momento echarlos de su amarre, más aún cuando otros importes que también cobra Ports, como el correspondiente a luces, sí ha sido cargado a los propietarios de amarres.

Algo que hubiera pasado, explica Cristóbal Torres, si Ports hubiera seguido gestionado por los anteriores responsables de Unió Mallorquina, con Manuel Patiño al frente. Al parecer, el cambio de responsables en el ente público ha frenado este proyecto, que Torres describía de manera gráfica así: "Quieren tener la sartén por el mango".

Además, desde la Associació ven con malos ojos que el reglamento actual obligue a renovar los amarres cada tres años. Algo que frena las expectativas de compra de embarcaciones por parte de particulares, según explican, porque nadie afronta la adquisición de una barca de tamaño medio o grande sin tener asegurado por unos cuantos años un sitio donde amarrarla. Esta situación, concluyen, frena así la actividad de las empresas náuticas del municipio.

REORDENACIÓN INTERIOR
Éste es uno de los aspectos a solucionar, según la Associació d'Usuaris del Port de Ciutadella. Otro es tener voz y voto en la reordenación del puerto interior en el momento en que las navieras salgan del mismo y pasen a operar en el dique exterior. Hace tiempo, aseguran, que no saben nada de este proceso, y que nadie se ha puesto en contacto con ellos. Por eso, y a modo también de presentación, la nueva junta directiva ha remitido un escrito al conseller Jaume Carbonero, a la par presidente de Ports de les Illes Balears, para transmitirle "un ofrecimiento para colaborar y ayudar de cara a la nueva reestructuración del puerto y dar respuesta a las necesidades de Ciutadella".

IDIOSINCRAsIA DEL PUERTO
La voz de la Associació irá en defensa de lo que el secretario de la misma, Joan Benejam, describe como "la idiosincrasia del puerto de Ciutadella, ya que tener una barca y usarla forma parte de la esencia de esta ciudad". De este modo, desde la Associació entienden que el puerto actual adolece de una regulación demasiado restrictiva, algo que ha provocado, por ejemplo, que algunos propietarios de embarcaciones afectadas por la rissaga de 2006 aún no hayan podido clarificar la situación de su amarre y que incluso, añaden, hayan recibido peticiones desde Ports para que se les remita la documentación de la barca afectada, documentación que se encuentra en el fondo del mar.

En el puerto del futuro debe tenerse en cuenta, según la Associació, el papel económico que juega. "Trabajaremos para defender los intereses tanto de los usuarios del puerto de Ciutadella, como de los ciutadellencs en general, puesto que el puerto será una de las entradas de ingresos más importantes con las que contaremos, y ahora vienen tiempos de decisiones importantísimas ". En este sentido, desde la Associació defienden la necesidad de combinar los amarres de base para los usuarios de Ciutadella con la habilitación de suficientes amarres de tránsito para permitir y facilitar la llegada de turistas náuticos, con un elevado poder adquisitivo y un poder potencial de mejora de la economía ciutadellenca muy importante.

La nueva junta directiva de la Associació d'Usuaris del Port de Ciutadella empezó a andar a finales de marzo, insistiendo en su afán de colaboración y el espíritu constructivo.