Ceremonia. El acto inaugural de la feria Eurobijoux & Accessories contó con una amplia representación menorquina. El alcalde de Maó, Vicenç Tur, saludó a los asistentes - Albert

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La feria internacional de la bisutería EuroBijoux & Accessories inició ayer una nueva etapa con la celebración de su 62 edición en el Recinto Ferial de Palma de Mallorca y con la despedida oficial de Matthias Roters como presidente de la Asociación de Fabricantes Españoles de Bisutería SEBIME, cargo que ha ocupado durante los últimos seis años. Transcurridos 38 años desde que iniciara su andadura en Maó, un cambio estratégico del sector ha llevado la muestra a la isla vecina, sin que por ello haya perdido su identidad original, como se demostró en un acto inaugural que contó con una amplia representación política y empresarial menorquinas.En el recinto situado en la terminal A del Aeropuerto de Son Sant Joan, en una superficie de 5.000 metros cuadrados, exponen 89 empresas, de las cuales 63 son españolas y 37 de Balears. Según las primeras valoraciones emitidas por SEBIME, hasta las 16 horas de ayer habían pasado por la feria un 13 por ciento más de visitantes que en la jornada inaugural de la pasada edición, un dato alentador para los organizadores del evento, después de haber apostado por el cambio de ubicación de EuroBijoux.

La decisión no fue fácil, como tampoco lo fueron las gestiones para acometer la presente edición en Palma, tal y como reconoció el portavoz de SEBIME, José Moreno, en su primera intervención de bienvenida a la feria internacional. El directivo de la asociación agradeció no obstante el apoyo recibido por parte de los fabricantes, de las administraciones y de Fires i Congressos, para "encajar" EuroBijoux&Accessories en su calendario. "Esperamos que la feria de Palma se convierta en un referente internacional", afirmó Moreno, al tiempo que subrayó que "SEBIME ha optado por afrontar el futuro con decisión, porque el mercado no espera". La ceremonia de apertura de la feria contó con la presencia del presidente del Consell, Marc Pons, quien destacó la "capacidad de resistencia y de adaptación de los bisuteros, su ambición de crecer y afrontar nuevos retos", y es en esa clave, añadió, en la que se debe leer la decisión del traslado a Palma.

No faltó a la cita el alcalde de Maó, Vicenç Tur, quien recordó que la feria internacional más importante del sector bisutero "es impulsada desde una ciudad pequeña como Maó, de menos de 50.000 habitantes", y añadió que las empresas de Menorca "necesitan crecer y ser competitivas, por eso estamos aquí, porque la bisutería debe seguir siendo un pilar de la industria de las islas".

Por su parte, la consellera de Comercio e Industria del Govern, Francesca Vives, aseguró que el traslado a Palma de la feria es "fruto de la reflexión y de la necesidad de alternativas para hacer negocio, en un contexto económico complicado", en el que el sector bisutero se resiente de la caída del consumo. No negó la titular de Industria que el cambio "es una decisión importante y creo que arriesgada, con el objetivo de posicionar Palma como una feria competitiva, debemos darle un voto de confianza".