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Autoficha
Me llamo Jorge Caño y nací en Madrid. Vine a Menorca hace 16 años, y durante 15 años, mi mujer Judith y yo tuvimos una tienda de restauración y decoración que cerramos el año pasado. Ahora tenemos una empresa que se llama Taller Capitel, a través de la cual seguimos dando clases de restauración, y escultura con piedra marés. Trabajamos todo tipo de materiales.

¿Cómo empezó a restaurar?
La gente me iba trayendo objetos para que los arregláramos, y nos pedían consejo e instrucción para restaurar cosas ellos mismos. Como venían una y otra vez preguntando cosas parecidas, empezamos a organizar clases.

¿Es especialista en algo?
Yo, antes que nada, soy escultor. Trabajo la piedra de marés. Pero los clientes de la tienda me traían de todo, imágenes religiosas y objetos de todo tipo. Siendo habilidosos con las manos y conociendo los materiales, te vas haciendo a todo.

Supongo que en Menorca uno tiene que ampliar un poco los márgenes de actuación para no estancarse, ¿no?
Efectivamente. La Isla es pequeña y no puedes vivir sólo de una cosa.

Ahora que han cerrado la tienda, ¿siguen dando clases?
Tenemos cursos de piedra, de restauración que damos a través de la escuela de adultos. Y ahora hay hoteles rurales que se han interesado en ofrecer a sus clientes la posibilidad de realizar cursos de este tipo, sobre todo para el invierno, cuando no hay muchas más cosas por hacer en Menorca.

En un sitio tan pequeño como Menorca, ¿al dar clases no se crea uno competidores directos?
Para mí no. Cuando transmites conocimientos, lo haces en un momento de tu vida en el que ya estás asentado. A mí me enseña y me enriquece porque los alumnos aprenden desde otro punto de vista.

¿La crisis, por la falta de poder adquisitivo, ha incrementado el interés de la gente por la restauración?
No necesariamente tiene que tener poco poder adquisitivo la gente que se inscribe en cursos de restauración. Pero sí que es cierto que hay gente que ha optado por la reutilización y el reciclaje en vez de comprar muebles nuevos. Para nosotros, en definitiva, la crisis ha sido positiva y nos ha dado una nueva oportunidad.

¿Esto de restaurar, es para gente mayor, o también interesa a los jóvenes?
Nosotros queremos despertar el interés o gusanillo desde que son jóvenes y queremos, por tanto, dar clases en institutos, para que se den cuenta de lo que pueden hacer ellos mismos.