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Con el paso del tiempo, una materia prima antaño tan importante como la lana ha perdido su valor y se ha convertido en un residuo molesto en multitud de fincas menorquinas. Ante esta situación, el Consorcio de Residuos Urbanos y Energía de Menorca, entidad integrada por todos los ayuntamientos de la Isla y el Consell, ha organizado una campaña de recogida de la lana inservible que se acumula en las fincas agrícolas. Gracias a este plan, que cuenta con la colaboración de la Agrupación de Defensa Sanitaria de L'Ovella (ADS) y las cooperativas agrícolas, se prevé recoger alrededor de 100 toneladas de lana.

Lo único que tienen que hacer los payeses que quieran desembarazarse de estos desperdicios es dejar la lana en las cooperativas agrícolas, donde se recogerá sin coste alguno para ellos. El vellón se podrá entregar con o sin saco pero, eso sí, es muy importante que esté seco.

La directora insular de Agricultura, Ganadería y Pesca, Clara Fullana, destacó que, gracias a esta "estrategia conjunta" la eliminación del producto será más eficiente.

"Desde el año pasado se estaba acumulando mucha lana y las fincas no sabían qué hacer con ella", contó ayer la consellera de Economía y Medio Ambiente, Antònia Allès. Es por eso que se ha decidido poner en marcha esta medida puntual, que trata de minimizar el impacto medioambiental que representa la acumulación de residuos en el campo y también busca la manera de revalorizar la lana que se produce en la Isla.

Allès expresó su voluntad de explorar nuevas vías de reutilización de la materia prima: "Ahora es un residuo, pero eso no quiere decir que no se le pueda dar una utilidad", afirmó y citó como posibles usos el sector textil o su utilización como material aislante en construcción. Una vez retirado, el vellón se compactará y una empresa lo transportará hasta Cataluña. La consellera explicó que "será una campaña similar a la de la chatarra" que, anunció, se repetirá "en breve".