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Me llamo Laia García Domingo y tengo 33 años. Nací en Barcelona pero vivo en Sant Climent. Soy ingeniera agrónoma y tengo una hija de 16 meses. He realizado estudios de teatro y combino esta afición con mi trabajo. Me gusta todo lo relacionado con las artes escénicas y también ir de excursión.

Me llamo Teresa Suárez Faner y tengo 28 años. Nací en Maó pero vivo en Ciutadella. Soy diplomada en Arte Dramático y he trabajado en temas relacionados con la fotografía y dando clases de teatro a niños. Me encanta pasar tiempo con mi familia y amigos.

Las dos estudiamos en la Escuela de Arte Dramático de Menorca y estamos realizando una función de cuentacuentos por las diferentes bibliotecas de la Isla.


¿Cómo se conocieron?
Nos conocimos en la Escuela de Arte Dramático de Menorca. La coordinadora nos propuso contar cuentos a niños y la idea nos gustó. Pensamos que nos serviría para adquirir experiencia y entre dos siempre da más juego. Hace poco realizamos la primera función itinerante y estos días actuamos de nuevo en las bibliotecas de los pueblos con "Pel maig, contes a raig".

¿Cómo preparan las funciones?
Hay que tener ganas de transmitir y conseguirlo, además de conectar con el público. Al actuar para los niños debes tener una mayor capacidad de improvisación. La verdad es que lo tenemos bastante trabajado ya que el ritmo debe ser adecuado. Escogemos muy bien los cuentos y, si puede aportar más valores, cambiamos el final.

Hace poco, la ministra de Igualdad dijo que algunos cuentos lanzan un mensaje machista ¿qué opinan?
Es cierto que los cuentos clásicos a veces decepcionan un poco pero hay que reconocer que funcionan muy bien porque los niños los conocen. Nosotras intentamos aportar un final alternativo. Por ejemplo, "La ratita presumida" acaba devorada por el gato, existe violencia contra la figura femenina, así que les decimos a los niños que la ratita llama a la Policía, le denuncia y el gato acaba en la cárcel, mientras ella es feliz.

¿Podrían decir que el público infantil actual es tímido o más bien participativo?
En general participan bastante, no se cortan. Tienen libertad para hacer lo que quieran. Sobre todo, les gusta mucho cuando les enseñamos los cuentos una vez que hemos terminado de contarlos. Les encanta tocar el material y ver los dibujos.

¿Piensan seguir contando cuentos o tienen otros planes?
A las dos nos gusta el teatro y creemos que hacer esto ya es un regalo pero también nos gustaría actuar para público adulto. Cada cuentacuentos que realizamos significa aprendizaje, así que estaría bien continuar con el proyecto e incluso ampliarlo marcando nuestras propias pautas y juegos.