Muestra. La empresa De Vins Menorca organiza este evento bienal y con sede rotatoria - Gemma

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Se descorchó el vino en el Recinto Ferial de Maó. La muestra bienal 'Menorca amb es vi' celebró ayer su cuarta edición, en la que participaron más de 60 bodegas de toda España, entre ellas, las seis menorquinas. A cambio de 5 euros, cerca de 800 asistentes, profesionales o no, pudieron paladear los caldos que presentaban los participantes y acompañarlos con quesos o embutidos menorquines. Daniel Bosch, uno de los socios de De Vins Menorca, la empresa organizadora, explica que su objetivo es promocionar marcas de calidad de manera "didáctica". "Hemos invitado a los bodegueros y creadores de los vinos, para que expliquen directamente al público las cualidades de sus propuestas" indicó.

En el certamen participaron renombrados profesionales como Sara Pérez, enóloga de la bodega Mas Martinet. Ella agradece la "cercanía" que encuentra en esta feria. "Es muy interesante hablar con quien experimenta por primera vez a qué sabe tu trabajo de dos años", señala, y añade que se siente realizada al ver "cómo alguien se emociona al descorchar una botella" de su creación.

Llorenç, Lina, Rafael y Carmen formaban un grupo de aficionados que daba fe de la dedicación de la enóloga: "Nos ha hecho un recorrido por diferentes añadas, tipos de tierra y variedades de uva, mientras probábamos un poco de cada uno". Después, se detuvieron ante el puesto de la bodega Oriol Rossell, del Penedès. "Todas las uvas proceden de nuestra viña y se recogen a mano", les explicó, en representación de la empresa, Tomás Guenaga. Acto seguido, describió las cualidades de su cava: "es afrutado, sabe a compota y tiene un deje de mantequilla. Es untuoso y persistente, de burbuja fina e integrada".

El evento también sirvió para que los productores menorquines reivindicaran su labor. El propietario de la bodega Binifadet, Carlos Anglès, lanzó un mensaje de autoafirmación: "aquí sólo falta que nos demos cuenta de que hacemos las cosas tan bien como en otros sitios", manifestó. Advierte "un gran margen de mejora" en el sector, ya que la Isla cuenta, según él, con "una tierra y un clima óptimos". Sara Pérez es de la misma opinión, y añadió que los caldos menorquines "están en el camino" para lograr "diferenciarse". "Los vinos de aquí tienen que saber a la tierra de aquí", concluyó.