Conflicto. El Gobierno zanjó la disputa laboral con un decreto - Archivo

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"La estrategia de los sindicatos de controladores es plantear el conflicto en el terreno de la seguridad, en el que creen que pueden hacer más daño, cuando precisamente la seguridad es la máxima prioridad de AENA". Es la interpretación que hacen en el ministerio de Fomento de las declaraciones que realizaron los controladores aéreos de Menorca y que recogió ayer este diario. En ellas, aseguraban que la entrada en vigor, el pasado mes de abril, del decreto ley que reorganiza su trabajo ha provocado una merma en la seguridad del aeropuerto. Denunciaban que, si bien antes trabajaban tres profesionales por servicio en la torre de control, ahora hay dos trabajadores, aunque durante la mitad de la jornada hay sólo uno operativo, mientras el otro cumple con el descanso obligatorio.

Esta circunstancia se ve acompañada de una remodelación de la plantilla que dejará los 18 controladores actuales en 12. Según los profesionales, esta modificación, acompañada de la reducción de los tiempos de descanso, provocará una mayor carga de trabajo que repercutirá en la seguridad de los aeródromos. Para el Ministerio, estas alegaciones no son más que "la clásica retahíla" que este sector ya ha empleado en otros sitios, como el Aeropuerto de Alicante. "También previeron un panorama negro en el tránsito de pasajeros para la final de la Champions en Madrid y finalmente no pasó nada", aseguran desde la Administración.

En Fomento aseguran que los controladores "confunden la seguridad con los conflictos laborales, más aún "a raíz de las sentencias de la Audiencia Nacional que les han quitado la razón". Se refieren al respaldo que dicho tribunal ha dado recientemente a la Ley 9/2010, un "varapalo" que ha llevado a los profesionales a buscar "el protagonismo perdido".

Otra de las denuncias de los controladores se refería a la bajada de sueldos que conllevó el decreto ley. Según su punto de vista, son "el chivo expiatorio" que ha pagado el "despilfarro" de AENA, una entidad que arrastra un déficit de 300 millones de euros. Desde el ministerio que dirige José Blanco, sin embargo, aseguran que esa deuda proviene del descenso en el tráfico aéreo y de "la fuerte inversión en infraestructuras, cuya partida no tiene nada que ver con la de personal". "Hemos tratado de equipararnos a nuestro entorno, ya que éramos el país que tenía el mayor coste en navegación aérea por los sueldos de los controladores", concluyen en la administración.