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La remodelación del equipo de gobierno ideada por Pilar Carbonero para zanjar la crisis interna del grupo municipal del PSOE no convence a la oposición. El cambio de delegaciones, descargando a Anna Maria Pons de la gestión de gobernación, no ataja, aseguran, el problema.

Antònia Gener, concejala del Partido Popular, califica la propuesta de "simple cambio de cromos", y augura que, a pesar de esta remodelación, "seguirá la crisis y la inestabilidad en el seno del equipo de gobierno, porque no hay ningún indicio evidente de que se haya restaurado la confianza perdida". De hecho, Gener asegura que no solamente en el seno del grupo municipal del PSOE se ha perdido confianza, "sino que es algo que también sucede con su socio de gobierno, puesto que los dos partidos que gobiernan juntos cada día están más alejados".

La opinión de Antònia Salord, portavoz del Grupo Mixto, es más dura. La edil considera que "la remodelación es ínfima en comparación con lo que el ciudadano ha sufrido con la gestión de Pons Capella". De hecho, Salord entiende que Carbonero se ha quedado corta en esta remodelación, y considera que "ha faltado rigor y seriedad por parte de una alcaldesa al mantener una concejal que no cumple las expectativas, y a la que debería haberse relegado de sus funciones".

La portavoz del Grupo Mixto mantiene que la remodelación anunciada el miércoles es síntoma de debilidad, y añade que "lo que se presentó como un gobierno de salvación tendrá problemas para salvarse como gobierno hasta final de legislatura". En este sentido, lanza una pregunta al aire: "Después de que Joan Triay se convirtiera en el escudero de Anna Maria Pons y defendiera su gestión a capa y espada, ¿habrá recibido ya el equipo de gobierno alguna amenaza por parte de Triay?"

Precisamente Joan Triay se ha mostrado crítico también con la decisión de Pilar Carbonero. Entiende el concejal de UPCM que "esta crisis se origina por no haber apoyado suficientemente a Anna Maria Pons en su momento, cuando se ofreció una postura demasiado ambigua que, si no hubiera sido por la valentía de la concejala, habría repercutido negativamente en el pueblo". En este sentido, Triay hace una reflexión a Carbonero, instándole a "hacer autocrítica para ver si el problema está en su casa y no quedarse en la postura fácil de criticar a los demás, cuando se ha visto que tiene problemas en su propio partido, con su socio de gobierno y también ha recibido críticas por nuestra parte".

Sobre el relevo de Pons al frente de gobernación, Triay considera que "la gestión de Pons era óptima, y no creemos que con el nuevo concejal se mejore. No obstante, estamos contentos de que se mantenga a la concejala al frente de la policía, donde ha hecho una gran labor".

Por su parte, la concejala del PSM Maite Salord se limitó ayer a asegurar que "respeta los cambios" de su socio de gobierno y que "espero que sirvan para hacer un buen trabajo en favor de Ciutadella".