pons. Estudió en el Colegio Mare de Déu de Gràcia de Maó durante los años que residió en la Isla - i.p

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Le cuesta expresarse en castellano y todavía más en menorquín, pero su apellido le delata. Ian Pons Jewell (Maó, 1984) nació en el hospital Verge del Toro y durante sus primeros años de vida residió en Sant Lluís. De madre británica y padre menorquín, Pons ha vivido gran parte de su vida en el Reino Unido, aunque continúa visitando la Isla con regularidad para visitar a su familia paterna.

¿Qué recuerdos tiene de sus primeros años de vida en la Isla?
Mis primeras palabras fueron en castellano, aunque cuando tenía tres años, en noviembre de 1986, mis padres decidieron mudarse a Inglaterra. No obstante, volvimos a instalarnos en Menorca en 1989. Me matricularon en el colegio Mare de Déu de Gràcia de Maó y de esa época guardo más recuerdos. Uno de mis compañeros de clase me regaló un muñeco G.I. Joe con pies magnéticos y siempre jugaba con él. ¡Me encantaba!

¿Donde vivían?
Vivíamos en Torret, en Sant Lluís, aunque posteriormente nos trasladamos a Binidalí. Allí estuvimos hasta que vendimos la casa y nos fuimos definitivamente a Inglaterra, en enero de 1991.

¿Otra vez?
Sí. Mi madre quería que yo estudiara en Inglaterra y mis padres encontraron trabajo en el Reino Unido. A pesar de todo, veraneábamos cada año en la Isla. Finalmente mis padres se separaron y mi padre volvió a instalarse en Menorca hace un año y medio.

Por tanto, sigue manteniendo los lazos con Menorca...
Sí. Me considero tanto menorquín como inglés, aunque tengo acento británico y mi castellano no es perfecto. Mi apellido es Pons y en Inglaterra muchas personas piensan que soy francés y pronuncian mal mi apellido. Tengo amigos que me llaman Ponsi. También entiendo el menorquín y me puedo defender hablando. Mi intención es venir este verano a trabajar a la Isla para aprenderlo mejor y para poder dedicarme a escribir.

¿Conserva amistades en la Isla?
En el colegio tenía amigos, pero, al marcharme con tan sólo seis años les perdí la pista. Durante mucho tiempo no conocía a gente de mi edad cuando venía de vacaciones pero hace tres años y medio trabajé como recepcionista en el INSOTEL de Punta Prima durante el verano. Gracias a aquel trabajo pude comprarme mi primera cámara y, además, me dio la oportunidad de conocer a más gente.

¿En qué ciudad del Reino Unidos se instalaron?
En un primer momento nos instalamos en Londres, pero posteriormente nos trasladamos al sur del país. En poco tiempo viví en 14 casas diferentes.

¿A qué se debían tantos traslados?
Mi madre siempre dice que es por culpa de mi abuelos, que compraban una casa y a los pocos años la vendían y así ganaban algo de dinero. Ella ha vivido en alrededor de 26 casas diferentes a lo largo de su vida.

¿Le resultaban traumáticos estos cambios?
No, estaba acostumbrado. Lo que sí recuerdo es que no me gustaba el momento de llegar a una nueva casa, cuando todas nuestras cosas estaban todavía en cajas. No obstante, a los 11 años me internaron en un colegio en el que trabajaba mi tío y tan sólo pasaba algunos fines de semana en casa. El internado estaba en Surrey, un condado en el sudeste de Inglaterra, y allí conocí a mis mejores amigos, éramos como hermanos.

Posteriormente se instaló en Londres para estudiar producción de cine. ¿Por qué se decantó por esta opción?
Fue por casualidad. De pequeño nunca pensé en dedicarme al cine, siempre me había gustado el arte, pero al acabar el instituto no tenía muy claro qué estudiar y un amigo me comentó que había encontrado un curso de producción de cine en el que el 80 por ciento de las clases eran prácticas. Me llamó la atención y me apunté. Después de seis meses me di cuenta de que me iba muy bien y ahora esto es lo único que quiero hacer.

¿En qué zona de Londres reside?
En Elefhant and Castle, un barrio muy barato en el que hay muchos latinos. Está muy cerca del centro de Londres pero es más tranquilo. Siempre vamos a una cafetería colombiana, donde puedo practicar mi español. Vivo con 12 personas en un edificio que anteriormente fue un banco. Está previsto que se derribe el inmueble y, mientras tanto, alquilan las habitaciones a un precio muy bajo. Yo sólo pago 60 libras a la semana. ¡Todo un milagro en Londres! Además, puedo aprovechar para grabar cortos en casa porque, normalmente, conseguir un espacio tan grande y oscuro te costaría 2.000 libras al día.

¿Qué vertiente del mundo audiovisual le atrae más?
Lo que más me gusta es dirigir y es en lo que me estoy concentrando. Actualmente estoy trabajando con un amigo de Grecia que estudió conmigo y nuestro objetivo es grabar un largometraje. Tenemos varias ideas, pero es difícil, sobre todo a la hora de encontrar patrocinadores. Uno de nuestros proyectos se puede ver a través de la página web www.londonihateyou.com.

¿Será su primera producción de larga duración?
Sí. Hasta el momento he estado grabando cortos por amor al arte pero me he dado cuenta de que de esta manera es muy difícil avanzar porque no hay dinero. También he trabajado como productor y director de videoclips y como cámara en una agencia de comunicación. Algunos de mis trabajos se pueden ver a través de la páginas www.studiomurmur.com y www.ianponsjewell.com.

¿Londres es un buen lugar para hacer cine?
Sí. En Londres, a diferencia de otras ciudades, puedes grabar en un espacio público sin que te pidan dinero y, además, los actores tienen libertad para trabajar en los proyectos que decidan. Recientemente estuve de vacaciones en Los Ángeles y ayudé a unas amigas a grabar dos cortos. En EEUU los actores se agrupan en una asociación y están muy protegidos. Del mismo modo, quise grabar un videoclip y, para rodar un día en una lavandería, me pidieron 1.000 euros.

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e-mail: mariasp18@gmail.com