Julie Becker. Azafata de tierra - J.B.

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Autoficha
Me llamo Julie y tengo 20 años, este jueves cumplo 21. Nací en Berlín, aunque llevo 16 años viviendo en Menorca. Mi padre es alemán y mi madre suiza. Actualmente vivo en una casa de campo en Sant Lluís. Trabajo de agente de pasaje o auxiliar de tráfico, que es así como se denomina a lo que popularmente llamamos azafata de tierra. Mis aficiones son viajar, ver mundo, conocer gente de otras culturas y países, la música y el deporte.

¿Cuándo y cómo se plantea trabajar en el mundo de la aviación?

Fue en verano de 2008. Ésta es la tercera temporada que trabajo en el Aeropuerto. Lo primero fue dejar currículum en el Aeropuerto, ya fuera en compañías aéreas o alquiler de coches. Me llamaba la atención este mundo porque me parecía y me parece emocionante hacer que la gente llegue a un destino. Lo veo totalmente diferente a servir copas o pasar productos por caja, por ejemplo. Además es algo que se contradice con la rutina y esto me gusta. Lo cierto es que nunca había entendido qué hacían delante del ordenador ni por qué pasaban la tarjeta por aquella máquina. Ahora lo sé.

¿A qué se dedica concretamente una azafata de tierra?

La gente se cree que sólo damos tarjetas y cobramos extras. Nosotros intentamos que las maletas lleguen bien por estar correctamente etiquetadas, que el avión esté equilibrado por peso, de ahí que demos uno u otro asiento al pasajero, vigilamos que no se cuele nadie. Cuando se quejan por pagar por exceso de peso, explicamos que es sólo cuestión de seguridad para que no se produzca un accidente, entre otras cosas.

Si no me equivoco, es un trabajo que engancha, ¿verdad?

Sí, porque además de conocer a mucha gente y ver cosas un tanto peculiares que hacen los demás, también aprendes a saber mantener la calma y a tratar a la gente.

¿Ha vivido alguna situación complicada?

Los mayores problemas se producen cuando el pasajero no trae el residente y se le obliga a pagar un billete nuevo o cuando se pierden las maletas, la gente se vuelve un poco agresiva. Pero lo entiendo porque antes de conocer el funcionamiento, yo pensaba lo mismo. Es curioso, pero mucha gente se cree que las maletas caen directamente de la cinta al avión.

Un deseo...

Hacer un crucero alrededor del mundo. De hecho, estoy haciendo un curso de azafata de cruceros. Es una opción que no descarto probar algún día.