Giuseppe d’Agostino. perito electrónico - Elena

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Autoficha
Me llamo Giuseppe D'Agostino y tengo 47 años. Nací en Milán pero vivo en Sant Lluís desde 1999. Estoy casado y tengo un hijo de 15 años, Michele. Soy perito electrónico y esto muy interesado en las energías renovables. En mi tiempo libre me gusta mucho jugar al tenis y escuchar música. También salgo a pasear con mi perro labrador, Linus, que es como de la familia.

¿Por qué decidió quedarse a vivir en Menorca?

Porque me encantó la Isla. Vine de vacaciones y me impresionó su naturaleza, así que decidimos comprarnos una casa e instalarnos aquí. Es increíble que en un par de horas de avión puedas estar en un sitio tan distinto.

¿Cómo era su vida en Italia?

Vivíamos en Bolonia, una ciudad de un millón de habitantes con todo lo que ello conlleva: estrés, tráfico, aglomeraciones... Quería huir de todo eso ya que nunca me gustó. Menorca tiene muchas virtudes pero, como en todo sitio pequeño, faltan otras cosas. En mi caso, noté que en el ámbito electrónico había cierto retraso y me costó un poco entrar en esa dinámica. Si tuviera que nombrar dos cosas que echo de menos de Italia son el café y el Parmigiano Reggiano.

¿En qué consiste exactamente su trabajo?

Hago instalaciones eléctricas. Llevo a cabo tanto el proyecto como la realización de todo aquello que entra en el campo de la electricidad. De todas formas, desde hace tres años estoy intentando dedicarme a las energías renovables. Creo que es fundamental en la Isla y en el mundo en general. Esa política suicida de seguir quemando combustible es una locura. Las energías renovables deberían intensificarse mediante paneles fotovoltaicos y generadores eólicos, viento y sol, que es lo que tenemos aquí.

¿Por qué cree que no se explota más esa posibilidad?

No se hace más por cuestiones político económicas. Resulta más fácil dejar el planeta hecho un asco para las demás generaciones que hacer las cosas como toca. El problema es que quemar petróleo no es tan barato como parece porque para ello hay que pagar guerras, robar recursos naturales a otros países y asumir grandes riesgos de catástrofes naturales. La pregunta es: ¿quién pagará todo esto para tener energía "a bajo coste"?

¿Su clientela le demanda instalaciones de este tipo de energías?

Cada vez tiendo a ello más que a la energía tradicional. Cuesta tiempo y dinero porque parece que es una instalación costosa pero es una inversión a largo plazo. Alguien tiene que empezar a dar el primer paso si queremos arreglar todo esto.

¿Le gustaría volver a vivir en Italia?

Llevo llamando "casa" a Menorca desde hace 11 años, con eso lo digo todo.