Hortales. Las construcciones de Tirassec, seriamente dañadas - Archivo

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El informe sobre Tirassec concluye que hacen falta más informes. Lo que parece una frase de los hermanos Marx es lo que se deduce del análisis realizado por la Dirección General de Recursos Hídricos del Govern balear de la zona de hortales que se hundió en el término municipal de Ferreries. El documento, que llegó el sábado al Ayuntamiento, asegura que las causas que provocaron el suceso pueden ser múltiples y que, por lo tanto, hace falta concretarlas más antes de tomar una decisión. Esto, al fin y al cabo, supone tener que encargar más informes, una labor que, seguramente, tendrían que costear los vecinos de la zona.

Así lo entiende el alcalde de Ferreries, Josep Carreres, quien en los próximos días tiene pensado convocar una reunión con los 18 propietarios del núcleo de hortales de Tirassec. Siete de ellos están directamente afectados por el hundimiento, mientras que los otros once padecen indirectamente la situación. "El Ayuntamiento no costeará estos informes", explica el alcalde, al entender que se trata de una zona de propiedades privadas. De todos modos, Carreres ya se ha dirigido a otras administraciones públicas para conocer si es posible beneficiarse de alguna línea de ayudas. De momento, las primeras respuestas no son muy esperanzadoras.

Lo más seguro es que, tras la reunión y el análisis detallado del informe, propietarios y Ayuntamiento encarguen a algún experto una estimación del coste que podría suponer la elaboración de todos los informes que sugiere la dirección general de Recursos Hídricos. Con el presupuesto en la mano, tomar una decisión será más fácil, aunque Carreres tiene claro que "los informes se tendrán que hacer, para saber de qué está aquejado realmente el terreno de Tirassec y qué tratamiento se le tiene que dar". Entre las labores que sugiere el documento de ocho páginas del Govern balear -redactado por el ingeniero Jordi Giménez García- figura la confección de más estudios geotécnicos para conocer al detalle la solidez del terreno en sus diferentes capas, algunas prospecciones sísmicas o análisis de la permeabilidad de la zona que en el mes de marzo pasado se hundió y destrozó varias casetas.