SON BOU. El agua dulce procedente de Es Prat se abre camino al mar dividiendo la playa en dos - Gemma Andreu

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"Es Prat es una zona húmeda de alto valor ecológico y se debería explicar a los turistas que el agua que llega hasta el mar en principio no es mala porque procede de la lluvia. Es más, deberían estar contentos de poder disfrutar de este espacio natural", explica el coordinador de política territorial del GOB, Miquel Camps, en respuesta a los remilgos de algunos bañistas a pisar las aguas dulces procedentes de este cañaveral que desembocan en la playa de Son Bou y la pátina marrón del fondo del reguero.

El portavoz del grupo ecologista comenta que las tardías lluvias de primavera y del invierno pasado han permitido a los humedales de la Isla acumular más agua de lo habitual por estas fechas y su salida natural al mar es la playa. "Es natural que el agua abra un canal en la arena e incluso dependiendo de los temporales marinos puede hasta cerrarse", indica, mientras insiste en que ante la imposibilidad de crear puentes en cada una de las zonas afectadas por este fenómeno natural, lo mejor sería informar del valor ecológico que representan los humedales en una Isla.

Camps explica que en la zona de Es Grau sí se optó por colocar un puente en la playa, en la desembocadura del humedal más importante de la Isla como es S'Albufera, pero este aporte natural de agua dulce al mar y peculiares ecosistemas también se repiten en las playas de Binimel·là y Son Bou.